Como vieron mi nombre es Frida, tengo 29 años, panameña y he vivido una vida doble. Siempre me digo que tengo dos “Fridas” en mi. La que conocí hace mucho tiempo, feliz, sarcástica, con mucho carisma, ganas de vivir y otra que vive persiguiéndome junto a una nube negra encima de mí. Siempre me he presentado como una persona feliz, con ganas de todo, lista para vivir la vida al máximo, pero hoy me presento como la real yo, una Frida que llegó sin previo aviso. Creo que todos tenemos días en los que estamos tristes o simplemente no tenemos ganas de nada, la diferencia en mi es que yo viví eso muchos días de mi vida, sin querer salir, hablar, comer, ni hasta pararme de mi cama y no querer vivir. Me venía persiguiendo una depresión severa constantemente y que realmente era algo que yo desconocía.
Esto representa para mí un triunfo, una guerra ganada y una prueba de superación lograda; de la cual me siento extremadamente orgullosa y agradecida de haber podido superar. Crecí en el seno de una hermosa familia de 4 hermanos, de la cual solamente tengo recuerdos sobre los cuales agradecer y memorias para revivir; y a pesar de que tenía siempre todas las herramientas para una vida color de rosa y donde gracias a d—s y a mis maravillosos padres; nunca nada me faltó y el amor siempre abundó; lamentablemente no todo fue así.
Al principio, no sentía la fuerza y la valentía de poder exteriorizar lo que estaba viviendo, me sentía avergonzada de mí misma, me sentía achicada y sin importancia. No tenía ganas de ser el centro de atención, la hija problemática que necesitaba ayuda o la hermana enferma. Así que esos pensamientos negativos me continuaron ahogando y hundiendo más y más en el problema que estaba viviendo en aquel momento; sin saberlo, me estaba matando. Me sentía rara e incómoda conmigo misma, sentía que era la única en el mundo que tenía ese problema y que nadie, pero absolutamente nadie me iba entender y mucho menos poder ayudar.
Estoy escribiendo este artículo para crear conciencia, que sepan que no están solos. Después de todo este tormento, y gracias a la terapia de escribir para sanar, decidí escribir un libro. Un libro el cual no tenía como propósito contar mi historia al mundo para volverme famosa, ni mucho menos para llamar la atención, sino para ayudar, ayudar a todas esas personas que pasan o conocen de alguien que está pasando por una enfermedad de salud mental o algún trastorno ya sea alimenticio o cualquier otro. Este tormento del que hablo llegó a mi vida “Sin previo aviso” como lo dice el título de mi libro.
Como les contaba, empecé a escribir para poder expresar y sanar lo que sentía. Tenía demasiadas cosas escritas que creo que ni yo me entendía, tratar de plasmar lo que sentía era demasiado difícil para mi porque ni yo sabia que me estaba pasando, era algo muy nuevo para mi, que según recuerdo empezó desde que yo estaba en el colegio. Yo empecé a sentirme sola a pesar de que no lo estaba del todo. Siempre tuve gente alrededor mío que me quiso y me apoyó desde el día 1. Yo escribía sin pensar, simplemente plasmaba en un papel lo que estaba en mi mente ya sea física o emocional. Dañe varias hojas mientras escribía, de lágrimas inentendibles, que solo eran el reflejo de esa tristeza tan grande que sentía.
Y bueno unos años después vi que tenía en mis manos una valiosa información para el mundo. Palabras, sentimientos y acciones de las que de repente mucha gente se podía identificar, y ahí fue que decidí juntar todas esas hojas de terapia y convertirlo en un libro para ayudar.
Sin embargo, contra viento y marea, con truenos y relámpagos en medio de la oscuridad extrema y como un barco sumergido en el medio del mar sin rumbo alguno; decidí llenarme de fuerza y de valor, decidí levantarme, decidí ver la luz en la oscuridad, decidí entender que yo si podía salir adelante, que yo sí merecía mejor, decidí amarme a mí misma. Tome acción sobre mi situación y con mucha vergüenza y pena empecé a hablar sobre lo que me sucedió; comencé a pedir ayuda, encontré un soporte en mis padres, en mis amigos, en terceros que habían pasado por situaciones similares; y a medida que iba contando mi situación y buscando ayuda me quedaba extremadamente sorprendida de cuantas personas estaban pasado por cuadros similares al mío, me di cuenta que yo no estaba sola, me di cuenta que yo sí era importante para los demás y que valía la pena recibir ayuda. Entendí, que necesitar de los demás está bien, que no tiene nada de malo no ser la más fuerte, reconocí que la fortaleza no estaba en quien nunca se había caído, si no en quien se levantó de su caída.
Fue así entonces como poco a poco, y paso a paso; 3 pequeñas acciones me salvaron la vida:
- Contar mi situación
- Expresar mis sentimientos
- Aceptar recibir ayuda
Tengo 10 años escribiendo todo lo que siento y creo que hoy, el día en el que lance mi libro es el primer día que entiendo y doy gracias por todo lo que pase. Tengo herramientas demasiado valiosas para el mundo, cosas que muchos no se atreven a decir, y que hasta yo en mi momento me quedé callada y no dije nada, no me atrevía. Me siento orgullosa de lo que he logrado a pesar de haber pasado tanto dolor.
Mi libro es un llamado a la acción para todos aquellos que luchan con trastornos alimenticios y problemas de salud mental, y un recordatorio de que no estás solo en tu lucha. Mi objetivo es brindar una perspectiva esperanzadora y positiva y ofrecer un camino hacia la recuperación y el bienestar. Creo que es muy importante hablar abiertamente sobre los problemas de salud mental y trastornos alimenticios para acabar con el estigma y la vergüenza que rodean a estos temas. Mi libro ofrece una voz auténtica y compasiva para aquellos que buscan una comprensión más profunda de estos problemas.
Como alguien que ha luchado constantemente para salir del hueco, sé lo difícil que puede ser encontrar ayuda y apoyo. A través de mi experiencia personal, he visto de primera mano el poder de la recuperación y el autocuidado en la vida de aquellos que luchan con trastornos alimenticios y problemas de salud mental. Espero ser una fuente de inspiración y motivación para aquellos que buscan sanar y crecer.
Quiero romper el “tabú” sobre este tema ya que es crucial para mejorar la calidad de vida de las personas que padecen enfermedades mentales y también para construir una sociedad más comprensiva y solidaria. Desafortunadamente, la salud mental a menudo se ha considerado un tema “tabú” que se discute en susurros o se evita por completo debido a la estigmatización y la falta de comprensión.
Este tabú puede ser especialmente perjudicial para las personas que padecen enfermedades mentales, ya que pueden sentirse aisladas y avergonzadas de buscar ayuda y apoyo. Además, la falta de comprensión y educación sobre la salud mental puede llevar a la discriminación y la estigmatización en la sociedad y en el lugar de trabajo.
Para romper el tabú sobre la salud mental, es importante hablar abierta y honestamente sobre el tema. Esto puede incluir compartir información precisa y actualizada sobre las enfermedades mentales, así como experiencias personales y testimonios de personas que han superado la enfermedad o están en proceso de recuperación.
En resumen, romper el tabú sobre la salud mental es crucial para mejorar la calidad de vida de las personas que padecen enfermedades mentales y para construir una sociedad más comprensiva y solidaria. Al hablar abiertamente sobre el tema y fomentar un ambiente de apoyo y compasión, podemos trabajar juntos para superar la estigmatización y la discriminación y promover una mayor comprensión y aceptación de la salud mental.
Yo, como una mujer de 29 años que tiene toda una vida por delante, les digo: no están solos, busquen ayuda, hablen, no se sientan avergonzados y sepan que al ustedes sanar, escuchar, entender y aceptar, pueden ayudar a demasiadas personas. Vivan la vida al máximo, supérense, logren sus sueños realidad y más importante quieranse como son, sin juzgarse o mirarse demasiado las imperfecciones que tenemos y empecemos a mirar el lado positivo de la vida.
Entendamos que los límites y obstáculos de la vida son paredes que nosotros mismos hemos levantado; llénate de fuerza y vamos a derribarlos.