El próximo treinta (30) de septiembre vence el plazo para que las entidades bancarias y sus clientes deudores acuerden algún tipo de reestructuración en el crédito.
Sin embargo, las estadísticas señalan que un porcentaje del 25% de la cartera de crédito, siendo una cifra considerable de trescientos mil 300,000 clientes deudores, que aún no ha logrado algún tipo de alivio financiero, por lo que a nuestra consideración, habría que evaluar los elementos que impiden concretizar, dichos acuerdos, en ese sentido resaltamos las siguientes interrogantes:
- ¿Cuántos clientes deudores se han acercado al Banco?
- ¿Cuál fue el procedimiento y canal de negociación que ofreció el Banco al deudor?
- Y por último y no menos importante, ¿Por qué, razón no se ha logrado llegar a ese acuerdo tan necesario en tiempos de Covid-19?
En atención a lo anterior, debemos sugerir para los Bancos, en especial a los colaboradores de los Departamentos de cobros y Atención al cliente, que realicen sus mejores esfuerzos en las mediaciones bancarias y que sus actuaciones sean basadas en principios de transparencia, equidad y probidad. A la vez recordar, que el sector bancario y financiero es parte fundamental de la estabilidad económica del país, por lo que se debe considerar que un cliente bancario, deudor de una obligación, que se apersona a un banco porque realmente está afectado, y tiene la intención de hacer frente de alguna manera de su obligación, lo ideal debe ser que el mismo, sea tratado con dignidad y transparencia y por ende no reciba un trato amenazante, ni acosador, ni mucho menos que el proceso de negociación sea extenuante. Es decir, “Los nuevos términos y condiciones deben atender criterios de viabilidad financiera, teniendo en cuenta la capacidad del pago del deudor y las políticas de crédito del banco…” según lo que establece el artículo 7, numeral 1, del Acuerdo No. 002-2021 del 11 de junio de 2021.
Por otro lado, a los clientes bancarios deudores, que realmente se han visto afectados en su capacidad económica, deben comprender que la actividad del Banco, es prestar dinero y cobrar ese dinero con intereses, es por ello la importancia de demostrar y comunicarle al banco su situación actual, su historial y aún más sus posibilidades futuras de repago, de esta manera, es un paso adelante, para cumplir con esa obligación, tomando en cuenta que si bien la entidad bancaria puede ofrecer una o varias opciones posibles para la reestructuración de su crédito, usted no puede ser presionado a aceptar un nuevo acuerdo que no pueda cumplir, la idea es finalizar este ciclo de crisis e incumplimiento, mediante un acuerdo en firme, que usted pueda cubrir el pago de esa letra y que el Banco, posteriormente, no tenga que tomar acciones de cobros extrajudiciales o judiciales por no cumplir con el compromiso pactado.
Reiteramos la voluntad del cliente deudor de apersonarse, porque está negociación no se hace sola, inicia con la actuación del deudor que debe acercarse al Banco, por lo que le exhortamos a que lo haga aunque no tenga con qué afrontar su obligación, en estos momentos, demostrando su carácter de responsabilidad frente a su obligación, y recordando que su situación puede cambiar y mejorar a futuro, por lo que es importante señalar que sus referencias de crédito es su mejor carta de presentación, siempre que vaya a solicitar un crédito.
Lo deseable en estas circunstancias, debería haber sido que en un primer acercamiento, tanto la entidad bancaria como el cliente deudor, pudieran haber logrado de primera, un acuerdo, no obstante, hemos observado que la realidad en Panamá, es que ha sido uno los países que más ha prolongado esta flexibilización, a fin de que los clientes obtuvieran algún tipo de alivio financiero, faltando un número considerable de clientes bancarios deudores aún sin contar con este nuevo acuerdo con las entidades bancarias.
Consideramos que uno de los principales factores que impiden este acercamiento, está en que las personas tienen temor y dudas frente a las medidas y acciones que pudieran realizar las entidades bancarias, sobre todo acercándose la fecha del 1ero de octubre, cuando finaliza este periodo de flexibilización para llegar a acuerdos, por lo que es fundamental que las instituciones bancarias y el regulador brinden la confianza y transparencia necesarias para alcanzar los acuerdos esperados.
Por: Rina Ríos