Panamá es sinónimo de playas en ambas costas pero, también un punto en que muchos hacen planes atraídos por sus montañas, que están en diferentes provincias en las que estarás en una comunión insuperable con la naturaleza. 

El Copé 

Esta zona montañosa que está a 645 metros sobre el nivel del mar, que está ubicada en el Parque Nacional Omar Torrijos Herrera tiene grandes atractivos como cabañas con visitas a grandes pinos para hacer placentera una visita familiar o con amigos. 

A pesar de que durante el día puede subir un poco la temperatura, en las noches todo pasa por una transformación que resulta ser agradable, ya que todo pasa a ser frío hasta el punto que se pueden hacer fogatas. 

Aquí puedes hacer senderismo, avistar aves, ver otras especies del reino animal y de la flora. 

En este lugar también puedes ver los restos de la avioneta donde falleció Omar Torrijos Herrera en 1981. 

Un punto que debe estar en tu radar es el cerro Calvario, en que podrás ver desde su cima el mar Caribe y el océano Atlántico, siendo un maravilloso atractivo, que poco se ve en el Mundo.   

Volcan Barú 

En el Valle de la Luna te espera el punto más alto del país por sus 3, 474 metros sobre el nivel mar, siendo el duodécimo pico más alto de Centroamérica donde si el día está claro, puedes ver el Mar de las Antillas y el Océano Pacifico. 

Los alrededores de este estratovolcán tienen aroma a café debido su cultivo, siendo uno de los más conocidos el Geisha, que ha ganado muchos premios dejando en alto el nombre de Panamá. 

A su vez este  volcán tiene 5 ecosistemas distintos debido a la fusión de las regiones montañosas de selva tropical y las erupciones volcánicas. 

Hay siete cráteres, rutas para hacer senderismo. A pesar de que puedes subir en carro a la cima en aproximadamente 90 minutos, la gran experiencia es hacerlo a pie, un tramo que puede durar 8 horas ida y vuelta al llegar puedes acampar para que sientas que rozas el cielo.  

La Yeguada 

Al norte de la provincia de Veraguas en Calabore a 1,297 metros sobre el nivel del mar está La Yeguada, en la que predomina las montañas y el clima fresco. 

Con sus 1,125 km2 está La Laguna, que fue la boca de un antiguo cráter de un volcán que hizo erupción hace unos 1,626 años. De ahí también viene la energía hidráulica a la hidroeléctrica La Yeguada.       

Este es un lugar mágico para ver las estrellas mientras estás en tu hamaca sostenida por enormes pinos, hacer camping, senderismo y estar en medio de la naturaleza para lanzarte a la aventura.       

Hay una cascada de 35 metros de altura para los amantes del agua fría en la que también puedes recibir un masaje. La otra opción que puedes hacer si no resistes a la temperatura del agua es subir unas escaleras para que te tomes tus selfies. 

Muchos de los que acampan en La Yeguada a primeras horas de la mañana se trasladan al Chorro “La Silampa”, que es muy conocido por sus aguas cristalinas  que está a dos horas de camino. 

La cascada La Furunera, que recibe el baño eterno del río San Juan de Calobre, es lo más asombroso por su mayor extensión y por su caudal. Mientras llegas te adentrarás en un bosque con caminos creado por animales, ríos, riachuelos y pequeñas cascadas de agua. También hay pozos termales con propiedades terapéuticas      

El Valle de Antón 

Este cráter en medio de un volcán inactivo ubicado en la provincia de Coclé es el lugar en la tierra fértil rica en la que biodiversidad, la aventura, la fauna, flora y la tranquilidad se dan la mano lo que le da al visitante y residente aquel estado de vorágine por lo impresionante, que resulta caminar por sus calles y senderos.      

Recientemente la Organización Mundial de Turismo galardonó a El Valle de Antón como Best Tourism Villages por su belleza natural y cultural.

Puedes disfrutar en diferentes hoteles, casas de alquiler, camping entre otros. 

Hacer una caminata, alquilar una bicicleta, tomar un café, hacer zip line es confortable por lo agradable de su clima la mayor parte del año.

Para los senderistas está la Ruta de la Caldera, El Cara, Iguana, La Silla. La India Dormida -guardiana de este encantador valle, que tiene una leyenda que sigue viva desde tiempos remotos- .     

Este es el paraíso de la rana dorada, una especie en peligro de extinción, que es uno de los símbolos del país. De igual manera es el hábitat de más de 300 especies de aves. También puedes visitar un mariposario y un serpentario.           

Para hablar sobre la leyenda de Flor del Aire, que es la protagonista de la India Dormida  y algunos datos de la piedra pintada están unos niños quienes te hacen el tour, algo que es muy interesante y entretenido.    

Luego de momentos de aventura es la hora de ir por la oferta gastronómica, que van desde comida criolla y la mejor oferta internacional de España, Italia, China y otros países.  No puedes olvidarte de llevar panes, dulces y artesanías. 

Fuente: es.tourismpanama.com

             El Panamá América