La obesidad sarcopénica es una condición que afecta a muchas personas y que se caracteriza por la combinación de un exceso de grasa corporal y una pérdida de masa muscular y fuerza. Esta situación puede tener consecuencias negativas para la salud, calidad de vida y la independencia funcional de los afectados. En este artículo, te explicaré qué es la obesidad sarcopénica, cuáles son sus causas, cómo se diagnostica y qué se puede hacer para prevenirla o tratarla.

¿Qué es la obesidad sarcopénica?

Es un término que se utiliza para describir a las personas que presentan un exceso de grasa corporal y a la vez, poca masa muscular. Indistintamente de su IMC, es decir, usted puede tener un peso normal para su estatura, pero su composición corporal indica que tiene un alto porcentaje de grasa corporal y muy poca masa muscular. Lo que incrementa su riesgo de mortalidad en un 16% por encima de aquellas personas que tienen una masa muscular adecuada para su estructura corporal.

Se ha asociado con una mayor discapacidad y morbimortalidad que las dos condiciones por separado. Además, se ha observado que las personas con obesidad sarcopénica tienen una peor calidad de vida, una mayor inflamación sistémica, gran resistencia a la insulina y una menor capacidad aeróbica que las personas con solo obesidad o solo sarcopenia.

¿Cuáles son las causas?

La obesidad sarcopénica es el resultado de una interacción compleja entre factores genéticos, ambientales, hormonales, nutricionales y físicos. Algunos de los factores que pueden contribuir al desarrollo de esta condición son:

• El envejecimiento: Con el paso de los años, se produce una disminución natural del metabolismo basal, lo que favorece el aumento de peso y la acumulación de grasa, especialmente en la zona abdominal. Al mismo tiempo, se produce una pérdida progresiva de masa muscular y fuerza debido a factores como la reducción de la síntesis proteica, la disminución de las hormonas anabólicas (como la testosterona o el factor de crecimiento similar a la insulina), el aumento del estrés oxidativo o la menor actividad física.

• La dieta: Una alimentación inadecuada puede contribuir al desarrollo de la anomalía. Por un lado, un exceso de calorías y grasas puede favorecer el aumento de peso y la inflamación. Por otro lado, un déficit de proteínas o de ciertos micronutrientes (calcio, el magnesio, el zinc o la vitamina D) puede afectar negativamente a la salud muscular y ósea.

• El sedentarismo: El ejercicio físico tiene múltiples beneficios para la salud, entre los que se encuentran: mejorar el metabolismo energético, aumentar la masa muscular y la fuerza, reducir la grasa corporal y visceral, mejorar la sensibilidad a la insulina, disminuir la inflamación y prevenir o retrasar el deterioro cognitivo, fortalecer los huesos.

¿Cómo se diagnostica la obesidad sarcopénica?

Anteriormente solo se evaluaba a los pacientes con el Índice de Masa Corporal para determinar su estado nutricional, sin embargo, en la actualidad los nutricionistas contamos con más herramientas y métodos para precisar mucho mejor el estado real de nuestros pacientes.

No existe un consenso médico claro sobre los criterios diagnósticos para la obesidad sarcopénica. Sin embargo, algunos de los métodos más utilizados para evaluar esta condición son:

• La medición de la circunferencia de la cintura: Se considera que hay obesidad abdominal cuando la circunferencia de la cintura es mayor de 102 cm en hombres o de 88 cm en mujeres.
• La medición de la composición corporal: La composición corporal se refiere a la proporción de masa grasa, masa muscular y masa ósea que tiene el cuerpo. Existen diferentes técnicas para medir la composición corporal, como la bioimpedancia eléctrica.

• La medición de la fuerza muscular: La fuerza muscular se puede evaluar mediante diferentes pruebas, como el test de prensión manual, el test de levantarse de una silla o el test de caminar 4 metros. Se considera que hay sarcopenia cuando la fuerza de prensión manual es menor de 30 kg en hombres o de 20 kg en mujeres.

¿Qué se puede hacer para prevenir o tratar la obesidad sarcopénica?

La prevención y el tratamiento de la obesidad sarcopénica se basan en dos pilares fundamentales: la dieta y el ejercicio físico. Algunas de las recomendaciones generales son:

• Seguir una dieta equilibrada, variada y suficiente, que aporte todos los nutrientes necesarios para mantener una buena salud.
• Aumentar el consumo de proteínas de alto valor biológico, que contienen todos los aminoácidos esenciales para la síntesis proteica repartidos en varias comidas.
• Asegurar un aporte adecuado de calcio, vitamina D y otros micronutrientes que intervienen en la salud ósea y muscular. En algunos casos, puede ser necesario suplementar estos nutrientes bajo supervisión médica.
• Realizar ejercicio físico regularmente, adaptado a las condiciones y preferencias de cada persona. Se recomienda realizar al menos 150 minutos semanales de actividad física moderada o 75 minutos semanales de actividad física intensa. El ejercicio físico debe incluir tanto ejercicios aeróbicos (como caminar, nadar, bailar o montar en bicicleta) como ejercicios de fuerza (como levantar pesas, hacer flexiones o usar bandas elásticas). El ejercicio físico ayuda a mejorar el metabolismo energético, aumentar la masa muscular y la fuerza, reducir la grasa corporal y visceral, mejorar la sensibilidad a la insulina, disminuir la inflamación y prevenir o retrasar el deterioro cognitivo.

La obesidad sarcopénica es una condición que afecta a muchas personas, indistintamente si físicamente se ven o no delgados, que puede comprometer su salud y su calidad de vida. Por eso, es importante prestar atención a los factores que pueden favorecer su aparición y seguir unas pautas adecuadas para prevenirla o tratarla. Si tienes dudas sobre tu estado nutricional o composición corporal, consulta con tu médico o con un nutricionista especializado.

Mgtr. Geminnesse Hernandez

Nutricionista-Dietista 

Mgtr. Nutrición en Actividad Física y Deportiva

Esp. Síndrome Metabólico y Riesgo Vascular

Coach Nutricional