En la actualidad el consumo de “smoothie” se ha extendido a todas las partes del mundo, por su fácil preparación y por la cantidad de nutrientes que aportan a tu organismo.
Para hacer un smoothie necesitamos: una base líquida (puede ser agua, leche, yogur o zumo de frutas); después hay que añadir, frutas o verduras (frescas o congeladas, ingredientes extras (especias, yogur, mantequilla de cacahuete, semillas, jarabe de arce, etc.) y finalmente hielo.
Déjame enseñarte un poco cómo comenzó todo.
La historia del smoothie comienza en los países tropicales de América Latina, ya que allí es habitual tomar fruta natural batida. A partir de los años 60 se extiende está tradición a los Estados Unidos, donde se puso de moda, sobre todo en la parte de California.
En esa época había un boom en USA por las dietas saludables, por todo lo light y por las bebidas orgánicas y naturales (dietahealthy).Para su preparación solamente necesitas una batidora de vaso o una licuadora si prefieres preparar zumos verdes.