Foto: Franz Pavan
Nacida en una tierra en que resuena la música, Santiago de Cuba y a su vez orgullosamente panameña es nuestra entrevistada, quien tiene el poder de relajar por medio de las teclas del piano mientras muchos van de compras o por un café.
¿Cómo se dan sus inicios?
Desde los cuatro años de edad tomé clases de piano en el Conservatorio Nacional de Santiago de Cuba. Así comienza mi pasión por la música y el piano. Aunque tengo formación clásica, ya desde esa edad podía tocar de oído cualquier melodía que me gustara, en especial, la música de las películas.
De Cuba, para seguir en ese mundo caribeño, llega junto con su familia a Panamá. ¿Qué nos puede comentar sobre esto y también por qué surge el recuerdo del gran Ernesto Lecuona en este proceso?
A los 9 años de edad, mi familia y yo nos trasladamos a Panamá.
Siempre recordaré la última pieza musical que aprendí en el Conservatorio antes de salir de Cuba: “Malagueña” del famoso compositor cubano Ernesto Lecuona. Es una de mis piezas favoritas hasta el día de hoy.
En tierras panameñas gracias a unas flores pudo llegar el sueño de aquel entonces, el piano, su herramienta armónica. Compártanos esta vivencia, que se asemeja a muchas de esas por las que han pasado los artistas en su carrera.
Cuando salimos de Cuba, por supuesto que no podíamos traer el piano a Panamá. Pero mis padres hicieron lo imposible para que yo siguiera con mis clases. No había la facilidad económica para comprar un piano, así que mi madre empezó a hacer flores de papel crespón y las ofrecía por un dólar en el Supermercado Riba Smith de Bella Vista. Cuando reunió $200 dólares me compró un piano vertical negro usado de la marca Baldwin. En mi casa no había todavía muebles, pero lo primero que compraron fue este piano para que yo pudiera seguir con mis clases.
¿Cómo continuó su carrera musical en Panamá?
Tuve la suerte de tener como maestro al Profesor Héctor Allen, quien hizo posible continuar mi trayectoria musical tanto clásica como moderna. Gracias a él surge en mí el amor por mi compositor clásico favorito: Chopin y de él mi pieza favorita: Nocturno Op.9 No.2 en Mi Bemol Mayor, también la predilecta de mi madre. Siempre recordaré con cuánta emoción me la escuchaba tocar…
Es de dejarse llevar por su sensibilidad. ¿Cuál es su sentir cuando sus dedos se apoderan de usted?
Aunque me encanta la música clásica, mi verdadera pasión es tocar de oído… Oír una canción, sentarme en el piano y ver fluir mis dedos sin partitura alguna, es un verdadero placer… un regalo de Di-s.
Como me apasioné por tocar de oído cuanta melodía me gustara, nunca pensé que sería capaz de componer mi propia música, pero el nacimiento de mi primera nieta Esther me volvió compositora de verdad. Estaba tan emocionada por la gran bendición de ser abuela por primera vez que imaginé con notas musicales su primer encuentro con este mundo… y así nació mi primera composición original “Birth” (Nacimiento) y mi primer CD “Music From The Heart”. A partir de ese momento, seguí componiendo y ya tengo 7 CDs que incluyen mis composiciones originales.
En cuanto a su estilo qué nos puede comentar
Mi estilo musical lo defino como “Classical Crossover”, una mezcla entre Clayderman y Di Blassio… es música del corazón, romántica, tipo clásica pero con un giro contemporáneo. Cada vez que toco una melodía es como si fuera la primera vez. Por eso no me canso nunca de hacerlo… siempre toco el piano desde mi corazón
“Orgullosamente panameña pero no siempre he vivido en Panamá. Mi sueño siempre ha sido fomentar la cultura musical en mi país. Por eso agradezco infinitamente al Centro Comercial Multiplaza Pacific y a Furla por hacer mi sueño realidad”, nos dice con esa trasparencia que brinda la identidad.
Es sin duda la dama del piano en un centro comercial. ¿Cómo surgió esta idea?
Hace 14 años, en uno de mis viajes de regreso a Panamá, tuve la suerte de compartir mi sueño con los directivos de entonces, de poner un piano de cola para deleite de la distinguida clientela que hace sus compras, a la altura de los más famosos centros comerciales del mundo. Y así es como he tenido el honor y privilegio de ser la pianista de Multiplaza por todos estos años. La alegría y satisfacción que siento al hacer felices con mi música a compatriotas y extranjeros que nos visitan es indescriptible.
¿Dónde ha estado esa nota determinante que ha sido generadora de felicidad?
La nota clave de mi vida: tocar el piano y hacer felices a los demás.
No existe mayor satisfacción para mí que oír comentarios como:
-Su música me relaja, me da paz para hacer mis compras…
-Me trae tan bellos recuerdos…
-Me hace sentir joven otra vez…
En fin, soy muy feliz haciendo felices a los demás…
¿Qué interpreta en Multiplaza?
Conozco cerca de mil melodías. Según el ambiente que veo, toco. No tengo ningún papel enfrente mío. Todo está en mi mente y mi corazón. Interpreto algunas canciones famosas de cada país que nos visita y cuando las escuchan se sienten en casa.
Siempre surgen anécdotas al ejecutar un instrumento. Compártanos algunas por las que haya pasado.
Más de una vez me ha pasado que estoy tocando “La Flor de la Canela” y se me acerca alguien y me dice: “¿Y usted cómo sabe que soy peruano?” O cuando toco “Alma Llanera” y me preguntan si soy venezolana y contesto que mientras toco la canción sí lo soy. Esta es la magia musical de Multiplaza… La música es la esencia de mi existir…
Muchos tienen una colección de discos, pero, en su caso se trata de una de pianos en miniatura. ¿Háblenos sobre esto?
Poseo una colección de más de 700 pianos en miniatura. Todo inició en 2001 cuando una amiga muy querida me regaló para mi cumpleaños un pianito en miniatura Swarovski …Y desde ese momento empecé a buscarlos y también ellos llegan a mí. Lo curioso es que soy minimalista en cuanto a decoración …No me gustan los “chécheres”, pero en cuanto a mi colección, no tengo reparo en llenarme de pianitos hasta que mi Di-os me lo permita…eso sí, todos en su sitio y muy bien ordenados.
¿Cuál ha sido su mayor realización?
Mi mayor orgullo y realización es que mi preciosa descendencia, mi único hijo y nietos son herederos de mi gen musical… todos aman la música y son pianistas como yo… ¡Qué felicidad!
¿Tiene algún gran sueño aún por realizar?
Sueño que mis composiciones originales lleguen tanto a Broadway como a Hollywood y quién quita que algún día me gane un Tony o un Oscar… Y mi colección de pianos en miniatura quizás sea la más grande de Panamá y espero a futuro estar en los Guinness World Records, nos comenta con toda la fuerza de un piano que rompe el silencio.