El cuerpo habla lo que la boca calla, lo que no ha sido expresado y lo irresuelto en nuestro mundo exterior. Si alguna vez te has preguntado, si las enfermedades tienen un trasfondo emocional, la Biodescodificación nos habla de esto. Hace una aproximación hacia resolver la causalidad entre el síntoma y la emoción, o la emoción y el síntoma. Presentando la enfermedad como una solución a lo no resuelto en el exterior, y cómo una pista hacia el conflicto en el que la persona se ha visto involuntariamente, involucrada e impotentemente ha tenido que afrontar, sin solución exitosa.
Para que el cuerpo enferme como respuesta a un evento (psicológico) hace falta que este evento cumpla con tres características principales: 1. Que sea sorpresivo, es decir que la persona no está preparada para lo que ocurre, ni tampoco lo ve venir, es un evento sorpresivo con una carga emocional importante, que generalmente pone en estrés al afectado. 2. Que se viva en soledad, ya sea que la persona realmente esté sola o aún cuando esté rodeada de otros se sienta completamente sola ante la situación o conflicto. Usualmente con una connotación de “esto solo me pasa a mi”, o “nadie entiende” o “nadie lo vivió cómo yo”. 3. Qué el evento no tenga solución, lo que en ajedrez se llamaría un jaque mate, nada que hacer ante el peligro que es inminente, lo que conlleva intrínsecamente un sentimiento de impotencia ante el acontecimiento.
El evento que cumple los tres criterios, se considera un evento traumático, recordando que lo traumático no es el evento en sí, sino la forma en que lo vive la persona que lo afronta. Aunque generalmente se admiten algunos eventos como traumáticos, por su carga emocional y porque cumplen con los criterios anteriores, no sólo estos son traumas. Es decir, a manera de ejemplo, no sólo un accidente, el abuso físico o sexual, la muerte de un familiar, o el divorcio, entre otros, son traumas. Sino que es trauma todo evento que cumpla con las tres características anteriores y lleve una carga emocional importante.
Ahora bien, partiendo de la tercera premisa, donde el evento no tiene una solución posible, el cuerpo, en su sabiduría hace la solución para el individuo. La lógica biológica no necesariamente es la lógica psicológica, es decir que no puede no tener ningún sentido mentalmente y lógicamente hablando, pero biológicamente la solución que da el cuerpo está estrechamente relacionada con el conflicto. Por esto, es que cuando enfermamos, lo primero que debemos hacer es escuchar al síntoma, en vez de luchar contra él, porque cuando se lucha se genera un conflicto adicional. El síntoma se escucha mediante la aceptación del mismo y no mediante su rechazo. La forma más efectiva de sanar es atendiendo a nuestro cuerpo, y entendiendo su lenguaje.
De acuerdo con la biodescodificación, los conflictos se pueden vivir desde las cuatro etapas de evolución embrionaria, y desde los órganos relacionados con esta etapa se manifestará el síntoma. Los primeros órganos que se desarrollan, son aquellos de los cuales depende la supervivencia del cuerpo, es decir, las gónadas que permiten la propagación de la especie, los órganos del aparato digestivo, el aparato urinario y los alvéolos pulmonares que permiten el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono en la sangre. Cuando un conflicto externo se vive como una amenaza de la supervivencia entonces la enfermedad se puede manifestar desde aquí. A manera de ejemplo, una pareja que pierde a su hijo en un accidente, puede desarrollar un cáncer de gónadas (ovarios o testículos) bajo varios supuestos adyacentes.
En segundo lugar, vienen los órganos relacionados con la protección, es decir la dermis (no la piel) las meninges, las serosas (pleura, pericardio, peritoneo), las glándulas mamarias, el escroto y las trompas de Eustaquio, la función de cada una de ellas es brindar protección a uno o varios órganos en el cuerpo, o asegurar la protección de la especie en el caso de las glándulas mamarias ya que permiten la producción de leche para alimentar al hijo. Cuando el conflicto se vive desde la amenaza en la protección entonces se puede desarrollar una patología en alguno de estos órganos. Por ejemplo, para una persona que ha sufrido de pericarditis se puede hacer la hipótesis de la necesidad de protección ante un ataque a su territorio afectivo (emocional, que corresponde al miocardio-corazón-).
En tercer lugar, vienen los órganos relacionados con el valor y la capacidad de movilizarse, es decir el sistema osteo-articular, cuando los conflictos se viven desde el valor personal, probablemente va a presentarse un síntoma que tenga que ver con los huesos, cómo es la hipótesis de la osteoporosis que usualmente se presenta en mujeres posmenopáusicas, quienes se ven afrontando un cambio de vida y perspectiva al valor que se dan como mujeres, al pasar de una fase reproductiva a una fase de no reproducción.
Finalmente, se encuentran todos aquellos órganos que de una u otra forma están relacionados con el otro, o con la comunicación y la relación interna o externa, como es la epidermis, el corazón, los riñones, vías urinarias, el sistema nervioso central entre otros. Cómo ejemplo, una persona que se ve en una situación donde siente que su territorio afectivo es atacado puede sufrir de un ataque al corazón, se debe indagar qué representa el territorio afectivo de la persona, sea en relaciones, trabajo o cualquier cosa de su afecto.
Hay órganos que tienen tejidos de más de una etapa de desarrollo por lo que a la hora de indagar acerca de un síntoma es importante tener esto en cuenta, y nunca se debe generalizar. La información disponible siempre es amplia, pero hay mucha profundidad en el estudio de cada etapa de desarrollo por lo que aquí solo se habla de generalidades que se pueden comprender fácilmente, para precisión siempre se recomienda buscar a un especialista en biodescodificación o en 5 leyes biológicas o un médico funcional, ya que, la medicina funcional hoy en día también incluye ciertas hipótesis en su práctica.
Mónica Naranjo
Psicobioterapeuta, Hipnoterapeuta Clínica