Enfermedad arterioesclerótica: obstruyendo en silencio las arterias. ¿Qué es la enfermedad arterioesclerótica? Es una enfermedad inflamatoria crónica de las arterias, caracterizada por la acumulación progresiva y silenciosa de placas de colesterol en sus paredes hasta llegar a obstruirlas, bloqueando el flujo sanguíneo al órgano o territorio perfundido por dicha arteria y con ello causando isquemia (sufrimiento o daño transitorio del tejido por deficiencia de oxigeno) o necrosis (muerte del tejido). Esta obstrucción silenciosa ocurre de forma gradual a lo largo de los años, con lo cual no es hasta su etapa terminal, donde se manifiesta de forma grave, cuando suele diagnosticarse.
¿Dónde afecta? Las arterias son la vía por la cual el corazón envía sangre a todo el cuerpo, manteniendo viva a toda célula, tejido, órgano o región del cuerpo gracias al oxígeno y nutrientes que la sangre les aporta. Las enfermedad arterioesclerótica puede llegar a obstruir cualquier arteria en el cuerpo, siendo más comúnmente afectadas las arterias que llevan sangre al cerebro (causando enfermedad cerebrovascular o “derrames” cerebrales), al corazón (causando infartos cardiacos) y a las piernas (causando amputaciones). ¿A quienes afecta? Afecta a pacientes con alteraciones del colesterol en sangre, diabéticos, hipertensos, fumadores, obesos, sedentarios o personas con condiciones genéticas especiales (hipercolesterolemias familiares). ¿Qué consecuencias puede tener? En el corazón, un infarto puede conllevar desde un daño recuperable (isquemia) en el músculo cardiaco hasta sus escenarios más graves con necrosis extensas conllevando a la muerte y/o falla cardiaca severa con requerimiento de transplante cardiaco, A nivel cerebral puede conllevar desde isquemias transitorias (TIA) hasta daño cerebral masivo y muerte. Suele ser muy incapacitante siendo una causa de encamamiento por su alta incidencia en pacientes adultos mayores. En los miembros inferiores, las obstrucciones por enfermedad arterioescleróticas conllevan desde la pérdida de los dedos de los pies hasta amputaciones mayores en sus etapas más avanzadas. En etapas tempranas, se manifiesta con claudicación intermitente (dolor en las piernas al caminar, el cual se calma con el reposo).
¿Cómo me cuido? En los pacientes con riesgo cardiovascular, especialmente en diabéticos, se recomienda realizar un estudio arterial no invasivo (índice tobillo – braquial) para determinar el estado de sus arterias de las piernas con el fin de realizar un diagnóstico temprano que permita el tratamiento a tiempo y la preservación de la extremidad. También se recomienda llevar un muy buen control de sus patologías crónicas, tomar sus medicamentos adecuadamente, hacer ejercicio periódicamente y comer saludable.
Este estudio nos permite medir incluso el grado de oxigenación de cada uno de los dedos de los pies, logrando identificar la enfermedad y los territorios específicos afectados desde sus etapas tempranas (Fontaine II). Su mayor ventaja es que no requiere ayuno, punciones, ni administración de contraste (sin riesgo de daño renal). Es altamente específico y sensible y se mantiene como primera línea de detección temprana (claudicación intermitente) y tardía (lesiones en los pies) de obstrucciones en las arterias de los miembros inferiores, además de ser una herramienta de seguimiento objetiva en los pacientes ya tratados permitiendo comparar los rangos de flujo sanguíneo del paciente antes y después de su tratamiento.
¿Cómo lo identifico? La enfermedad arterioesclerótica de las extremidades inferiores en su etapa terminal (Fontaine IV), se manifiesta con zonas de necrosis (muerte de tejido), en los dedos de los pies. Esta manifestación es un indicador de alto riesgo de pérdida de la extremidad completa, ya que la ausencia de flujo sanguíneo en las arterias principales es tan escaso que los tejidos comienzan a morir desde los segmentos distales (pies) hacia arriba de forma gradual.
¿Qué tratamientos existen? Según la etapa en la que se encuentra el paciente los tratamientos van desde sólo medicamentos y terapias hasta intervenciones endovasculares (mínimamente invasivas) y/o cirugías de revascularización o Bypass de los miembros inferiores, evitando con ello la pérdida de la extremidad en riesgo de amputación.
Soy la Dra. Flora Ibarra, médico especialista en cirugía vascular periférica y endovascular (mínimamente invasiva). Me especializo en el manejo tanto quirúrgico como endovascular intervencionista, de las enfermedades de los vasos sanguíneos (venas, arterias y linfáticos). Estoy para atenderte en David, Chiriquí y Ciudad de Panamá. Puedes contactarme al: 6271-0251 Para mayor información sobre tu salud vascular, visita mi pagina web: www.panamavascularsurgeon.com