Dra. Claribel Vigil Esquivel
Médico Fisiatra
Rehabilitación del Piso Pélvico
El embarazo es un momento mágico en la vida de una mujer, pero también puede ser un momento de muchos cambios físicos secundarios a factores biomecánicos, vasculares y hormonales, los cuales, en condiciones normales, suelen volver a su estado previo después del parto. Uno de los cambios más significativos que experimentan las mujeres durante el embarazo es la debilidad del suelo pélvico. El suelo pélvico, también conocido como piso pélvico, es un conjunto de músculos y tejidos ubicados en la parte inferior de la pelvis que sostienen los órganos pélvicos e intervienen en la función de la vejiga, el intestino y la sexualidad. El debilitamiento del suelo pélvico durante el embarazo puede causar problemas de incontinencia urinaria, dolor lumbar, dolor pélvico, estreñimiento y otros problemas de salud.
El aumento de las hormonas progesterona y relaxina, producen una disminución del tono de los músculos del piso pélvico y del tejido fibroligamentoso; fomentando trastornos como la incontinencia urinaria de esfuerzo, diástasis de los músculos rectos abdominales y/o trastornos dolorosos lumbares y pélvicos, debido a alteraciones posturales.
Al aumentar la lordosis o curvatura lumbar, la pelvis se inclina hacia adelante y el abdomen se abulta hacia delante, provocando vectores de fuerzas que se transmiten hacia el piso de la pelvis. Lo ideal es que esas fuerzas se dirijan hacia la parte posterior del piso de la pelvis, el cual está preparado para proporcionar un mayor sostén; sin embargo, situaciones como una mala postura y/o la debilidad muscular pélvica y abdominal, producen una mala gestión de la presión intraabdominal, aumento de la presión intrapélvica y un desplazamiento del peso de las estructuras abdominales y pélvicas hacia la parte anterior del piso pélvico. El compartimiento anterior del piso pélvico soporta este peso de manera menos eficiente y por este motivo, es más favorable que aparezcan condiciones como la incontinencia urinaria de esfuerzo, aumento de la frecuencia urinaria y el prolapso de los órganos pélvicos.
Existen otros problemas como el estreñimiento, dado por el aumento de la progesterona que disminuye el peristaltismo intestinal, por factores dietéticos y mecánicos. También el consumo de hierro como suplemento gestacional fomenta la constipación. Cada vez que pujamos, fomentamos la debilidad del suelo pélvico.
¿Entonces, es normal tener incontinencia urinaria durante el embarazo y el post parto? La respuesta es no. Tampoco es normal tener incontinencia urinaria antes de un embarazo. Aproximadamente un 11% de las embarazadas tendrán incontinencia urinaria de esfuerzo durante el primer trimestre del embarazo; un 50% tendrán incontinencia de esfuerzo en el tercer trimestre y un 16.4%, tendrán incontinencia de esfuerzo durante los 6 meses siguientes al parto. Cuando una embarazada tiene incontinencia urinaria durante el embarazo, existe un riesgo 14 veces mayor de que la incontinencia urinaria persista durante los primeros 6 meses post parto.
Entre los factores que aumentan el riesgo de padecer incontinencia urinaria de esfuerzo durante el embarazo tenemos:
- Edad
- Obesidad
- Tabaquismo
- Estreñimiento
- Incontinencia urinaria de esfuerzo previa
- Diabetes Gestacional
- Debilidad de los músculos del Piso Pélvico
La intervención óptima para evitar la incontinencia urinaria, el estreñimiento, el dolor lumbar y otras alteraciones durante el embarazo es prevenirlos, de manera independiente, antes de un embarazo. Debemos incidir en los factores de riesgo modificables:
- Evitar la obesidad manteniendo un índice de masa corporal menor a 30.
- No consumir tabaco antes y durante el embarazo.
- Evitar el estreñimiento con medidas alimentarias, dieta saludable y buenos hábitos defecatorios.
- Realizar actividad física, manteniendo una buena postura, músculos tonificados.
- Una buena gestión de presiones a nivel abdominal y pélvico.
Durante el embarazo, el entrenamiento de los músculos del piso pélvico ayuda a manejar el aumento de la presión intraabdominal secundario al peso del bebé, ayuda a mejorar la presión de cierre de la uretra y ayuda a contrarrestar de la hiperlaxitud de las fascias y ligamentos del piso pélvico. También mejoran la fuerza, coordinación y resistencia de los músculos del área. Se recomienda realizar una pre-contracción de los músculos del piso pélvico previo a cualquier actividad que genere un aumento de la presión abdominal, por ejemplo: previo a toser o estornudar, se deben contraer los músculos del piso pélvico (Maniobra de Knack), de esta forma se evitan los escapes de orina y se entrena la coactivación de la pared abdominal sinérgicamente con la contracción del piso pélvico.
En resumen, el embarazo puede ser un momento emocionante y desafiante en la vida de una mujer. La debilidad del suelo pélvico es un problema común durante el embarazo, pero hay muchas cosas que puede hacer para prevenir o tratar este problema. Hacer ejercicio regularmente, mantener una dieta saludable y trabajar con médicos y fisioterapeutas especializados en suelo pélvico pueden ayudar a fortalecer los músculos del piso pélvico y mejorar su función después del parto.
Fuente:
- Sangsawang B. Risk factors for the development of stress urinary incontinence during pregnancy in primigravidae: a review of the literature. Eur J Obstet Gynecol Reprod Biol. 2014 Jul;178:27-34. doi: 10.1016/j.ejogrb.2014.04.010. Epub 2014 Apr 19. Review. PubMed PMID: 24784708.