Por: Larissa Herrera Reyes
Periodista
En la vida siempre vamos a enfrentar situaciones difíciles y complicadas, que enojan, entristecen y que al final duelen, porque vienen de otras personas que por lo general amamos y que ocupan un lugar especial en nuestro corazón, sean familiares, compañeros de trabajo, vecinos o amigos.
Siendo conscientes de la herida causada por desacuerdos que generan discusiones, producto de una falta de comunicación o ambigüedad en la misma, nos estremece nuestro todo, crea un desequilibrio que puede transformar nuestro mar en calma a un total tsunami de sentimientos y complicaciones. Es justo ahí, cuando el perdón es algo que se convierte en toda una utopía en ese escenario, donde reina una especie de “choque” emocional que se traduce en un malestar permanente, donde la palabra serenidad no logra encajar en ese rompecabezas de confusas y diminutas piezas.
Perdonar a otra persona no es fácil, nadie ha dicho que así sea, pero hay que partir de la premisa que para poder hacerlo tenemos que comprender, que se trata de algo personal, es un tema de amor propio y aprendizaje, donde hay que colocar como línea de partida, que no podemos controlar todo, que las personas son distintas y por ende su comportamiento no será igual al nuestro y por eso hay que tener tolerancia.
En ocasiones nos cerramos a escuchar razones y por eso se alarga la situación, generando un caos, donde nadie da el brazo a torcer y dentro de este punto se trata de tener claro, que perdonar no significa regresar a ese lugar donde te lastimaron, ni permitir que lo sigan haciendo, sin embargo hay que enfatizar en el hecho que es triste ver en nuestra sociedad actual, muchas familias que viven la falta de perdón en todos los círculos sociales, por no querer escucharse, olvidando que solo así se podrá tener el alma en paz.
La vida es un viaje largo, algo así como un tren con muchos vagones, algunos se quedan en una parada y otros siguen, procuremos que el mismo sea bonito, dejando huellaspermanentes y disfrutando todo lo que trae consigo, bueno y no tan bueno, pero que estemos satisfechos y orgullosos de hacerlo.
Hay beneficios sin duda en el perdón entre los cuales están:
➢ Dejar de apegarte a eso que te lastima.
➢ Libera tu ser.
➢ La energía se renueva, porque dejas de concentrarte en eso, que no te favorece en lo absoluto.
➢ Se refuerza el amor propio.
➢ Nos recuerda que cada uno da lo que tiene en su corazón.
Seamos cada uno seres de armonía en este mundo, así aportamos paz, esa que es crucial en el avance de esta agitada sociedad, no esperemos que sea demasiado tarde para poner en práctica esto de pedir perdón y perdonarnos, no dejemos de escuchar su susurro en nuestros oídos, para que cuando decidamos hacerle caso ya no sea demasiado tarde…