¿Quién eres? ¿Qué haces?
Me llamo Madeleine Riande, me dicen MAD. Vivo y tengo mi estudio en Brooklyn, New York. Soy una artista multidisciplinaria. Mi trabajo se basa en pintura,poesía, escultura,video arte, performance, instalación y arte kinetico donde cuestiono como el cerebro trabaja desde el trauma por eventos reprimidos ignorados en la consciencia. Flashbacks, pesadillas son imágenes difuminadas del trauma. Toda memoria es parcialmente ficción.
Cuentanos cual es tu educacion y tu trayectoria.
Me gradué de un BFA en Diseño industrial con un minor en diseño de accesorios y escultura de Savannah College of Arts and Design (SCAD) Savannah, Georgia USA. Hace poco me gradué de una Maestría de Pratt Institute en Bellas Arte en Brooklyn NY. He asistido a escuelas como Pilchuck School of Glass (Seattle. US), Escuola de la Bisbal (Girona, Espana), Barcelona Glass Studio (Barcelona, España) entre otras. Mi trabajo ha sido exhibido en CCI – Centro Cultural Internacional, (Panama CIty, Panama), Work Space Gallery (Manchester,NY), The Rubelle & Norman Schafler Gallery (New York, US), Satellite Art Show (Miami, US) entre otras.
Tu arte se basa en alguna investigación?
Si, trabajo con el estudio de procesos biológicos del cerebro y como plásticamente se transforma por experiencias. Como el cerebro se desarrolla mediante la sociedad y la tecnología. Científicamente está probado que el ser humano es capaz de “rediseñar” nuevamente su cerebro.
¿Qué recuerdo de la infancia, ha reflejado en tu arte?
Cuando tenía 8 años mi hermano mayor tuvo un accidente y quedo en coma por un mes. Se golpea el cerebro. Recuerdo todo, desde que llamaron a mis papas a comunicarle la noticia, hasta el día que despertó y la ropa que tenía. De ahí viene mi obsesión por el cerebro.
Porque el arte?
El arte es tan personal. Si no es real y genuino se nota. Claramente es la forma de expresar lo que uno siente de forma física pero en una forma metafísica. Nací en una casa donde toda la vida mi papá coleccionó arte. Me permitió desde corta edad entender y conocer las obras de Wilfredo Lam y Roberto Matta, pioneros respetados en Latinoamérica. Hasta kuning y Dalí. Crecí en una casa donde había más cuadros y esculturas que paredes. Crecí imaginando cada una de esas historias. Crecí bendecida de que crecer culturalmente era normal.