No se puede negar que destinos con hermosas playas y vistas al mar son numerosas y están dispersos alrededor de todo el planeta, pero muy pocos pueden ofrecer una experiencia tan rica y diversa, dentro de una ciudad moderna de primer mundo, como Hawái.
Entre 12 y 13 horas de vuelo haciendo escala en Houston o Los Ángeles desde la Ciudad de Panamá, queda Honolulu la capital del Estado que desde el año 1959 representa la última estrella de la bandera estadounidense. Constituye además el principal hub o centro del Pacífico en turismo, comercio y cultura.
Se tiene una ciudad situada en medio del océano compuesta por una población altamente diversa con infraestructura moderna, amenidades de todo tipo y para todos los gustos y servicios de primer nivel. Esto trae un sinnúmero de atracciones que convertirán la visita en una inigualable y memorable experiencia.
Playas estupendas para los amantes del sol, esnórquel, surf, buceo, natación o para quienes simplemente le basta con relajarse cerca o dentro de aguas cristalinas. Aparte de las playas, diversos paisajes a lo largo de su costa, combinados con múltiples cascadas, volcanes, así como flora y fauna única, lo define como un verdadero paraíso. Escala hasta el tope de Diamond Head para obtener las mejores vistas de la ciudad y océano o si prefieres, explora recorriendo la isla en auto o contrata un tour en helicóptero.
Ofrece además la posibilidad de disfrutar y apreciar la rica herencia cultural de Hawái, a través de lugares históricos como el Palacio Iolani, Museo Bishop y Centro Cultural Polinesio. Esta herencia se traduce en múltiples delicias gastronómicas auténticas y fusionadas. Adicional a ello es muy posible que tu visita coincida con uno o varios de los múltiples festivales y eventos culturales celebrados a lo largo de todo el año.
Sea cual sea el motivo que despierte la curiosidad por Hawái como películas protagonizadas por Elvis, historia de Pearl Harbor, cultura del surf o la música y danza hula; es sin duda uno de los destinos más placenteros, dotado de belleza natural extravagante y una cultura propia de gente muy hospitalaria, amable y cordial en todo sentido.