Se trata de la primera causa de cáncer en mujeres a nivel mundial. De forma global 1 de cada 8 mujeres tendrá el padecimiento en algún momento de su vida, este riesgo puede ser menor o mayor dependiendo de la edad y factores genéticos o hereditarios, entre otros.
Los exámenes de tamizaje como mamografía y ultrasonido se utilizan para encontrar cáncer antes de que la persona desarrolle síntomas. Múltiples sociedades médicas han llegado a consenso acerca de cuándo debe iniciarse este tamizaje en mujeres sanas.
Las recomendaciones de la Sociedad Americana del Cáncer con respecto al tamizaje son las siguientes:
- En mujeres entre los 40 y 44 años, si así la mujer lo desea, puede iniciar con mamografía anual, pero no es mandatario.
- En mujeres entre los 45 y 54 años, se debe realizar una mamografía anual.
- En mujeres de 55 años o más, se debe realizar una mamografía de tamizaje cada 2 años.
- Estos exámenes de tamizaje deben realizarse mientras la mujer se encuentre en buena salud y con expectativa de vida de 10 años o más.
En algunas ocasiones se realizará un ultrasonido además de la mamografía, sobre todo en mujeres jóvenes en las cuales el tejido mamario denso puede ser difícil de evaluar; sin embargo el ultrasonido NO reemplaza la mamografía, es un estudio complementario de apoyo.
Además se recomienda que cada mujer se familiarice con la apariencia normal de sus mamas, para poder identificar cambios o síntomas inusuales y así poder comunicárselos a su médico.
Si hay síntomas o molestias, se puede indicar una mamografía diagnóstica (diferente a la de tamizaje) donde se harán más tomas orientadas a establecer un diagnóstico. Otra ventaja de la mamografía es que puede detectar tumores que son muy pequeños para ser sentidos o palpados y que pueden presentarse como pequeñas manchas o puntos (calcificaciones) en la mamografía.
Los signos de alerta por los cuales cada mujer debe estar atenta son:
- Un nódulo o masa
- Dolor mamario
- Salida de secreción por el pezón
- Engrosamiento o enrojecimiento de la piel
- Cambios en la forma o tamaño de la mama
La única forma en la que se puede establecer un diagnóstico de cáncer (malignidad) es mediante una biopsia. Una biopsia es una muestra que se toma de un tejido para revisarlo en un laboratorio y poder buscar la presencia de células anormales o cancerosas y establecer un diagnóstico.
La biopsia es el único procedimiento diagnóstico que puede determinar si un área sospechosa es cancerosa. Las buenas noticias son que 80% de las mujeres que tienen una biopsia de mama no tienen cáncer de mama.
Tu doctor puede recomendar una biopsia de mama si presentas algo de lo siguiente:
- Palpación de un nódulo o masa sospechosa
- Engrosamiento de la piel o cambios en su apariencia usual, como enrojecimiento o piel de naranja
- Tu mamografía o ultrasonido presentan un área sospechosa
- Tienes secreciones anormales por el pezón, o cambios en la consistencia o forma de la piel del pezón
El tipo de biopsia que se recomiende va a depender del tamaño, localización y características de la anormalidad que se encuentre.
Hay diversos tipos de biopsia para la mama, los más comunes son:
- Biopsia por aguja fina: se utiliza una aguja muy delgada para remover líquido de un quiste o para poder saber si un ganglio en la axila tiene células malignas. No es la primera elección si se sospecha de un tumor maligno en la mama.
- Biopsia por aguja gruesa (conocido como “trucut”): Se utiliza una aguja gruesa para extraer pequeños cilindros de tejido del área a biopsiar. Se realiza con anestesia local y en el consultorio o con apoyo de radiología si no se puede tocar el área sospechosa.
- Biopsia abierta o quirúrgica (escisión del tejido a biopsiar): Se realiza bajo anestesia general, y se realiza una incisión en la mama para remover el tejido a biopsiar. Es aceptable en nódulos pequeños y que sean fácilmente palpables lejos del pezón. No se recomienda en masas grandes, donde lo primero que debiera realizarse es una biopsia por aguja gruesa. En algunas ocasiones en las que no sea palpable la anormalidad observada en mamografía o ultrasonido y que se requiera una biopsia, se marca con un alambre que sirve de guía en el salón de operaciones para realizar la biopsia.
- Biopsia guiada por estereotaxia: Se utiliza equipo especial de mamografía, ultrasonido o resonancia para realizar la biopsia con una aguja gruesa.
Si la biopsia es del tipo de aguja gruesa, y la masa es fácilmente palpable, esta, se realizará con anestesia local en el consultorio de su cirujano. En el área donde se coloca la anestesia, se introducirá la aguja y se extraerán cilindros muy pequeños de tejido. Se aplicará presión y apósitos limpios para cubrir el área de la biopsia. El tejido se enviará al patólogo para revisión.
Si la biopsia se realiza en el salón de operaciones, se le dará anestesia general o sedación. En ocasiones si la lesión sospechosa no es palpable pero debe buscarse en la mama, se colocará previamente un alambre delgado para guiar al cirujano durante el procedimiento y encontrar el área donde se realizará la biopsia. Se realizará una pequeña incisión en la piel y se profundizará para realizar la escisión del nódulo, luego la herida será cerrada con puntos.
Luego de la biopsia, las muestras de tejido son enviadas a evaluación al laboratorio de un patólogo, donde se realizarán análisis especiales para revisar las muestras con un microscopio y determinar el tipo de células (benignas, malignas o sospechosas) de la muestra. En ocasiones en que una primera biopsia realizada por aguja gruesa no sea concluyente, se recomendará quitar por completo la lesión o nódulo para mejor estudio. El patólogo realizará un reporte con toda la información de la biopsia extraída y en caso de que se trate de cáncer de mama, se realizarán pruebas de “marcadores” especiales para identificar el tipo específico de tumor y así poder determinar el tipo de tratamiento adicional que se necesitará. En la mayoría de los casos, la cirugía no es suficiente para el tratamiento y se requerirán los resultados de estas pruebas para indicar la necesidad de medicamentos, inclusive antes o después del tratamiento oncológico definitivo.
Olivia Elizabeth El Achtar
Especialista en Cirugía General y Oncológica
@draoliviaelachtar