Los ciberataques a la Casa Blanca, el Vaticano y sonoro caso que se dio en las entidades costarricenses en 2022 son un ejemplo de la nueva modalidad de delitos que realiza el crimen organizado.

Para hacer frente a esta serie de hechos que van desde robar la identidad, entrar a base de datos, cuentas bancarias de la que han sido presas desde el más anónimo de los ciudadanos hasta el más notorio gobierno o personalidad se aplica la inteligencia artificial (IA).

Este mecanismo permite automatizar las tareas por medio de algoritmos de aprendizaje automático para identificar irregularidades en el tráfico de la red permitiendo dar esa defensa ante una amenaza en tiempo real.

Con estos sistemas de IA cada organización puede detectar y bloquear el tráfico malicioso de red sin el toque humano.

A pesar de estos como todo tiene aquella resistencia similar a la de un gato que tiene siete vidas, pueden ser vulnerables por los hackers, que siempre buscarán la manera de alterar el bloqueo.

Esto tiene un reto para cada sistema que forma parte del mundo de la Inteligencia Artificial a detectar las nuevas variantes del malware para ver su modus opernandi, como lo dice el experto Luis Corrons en un artículo escrito en el diario español 20minutos.com.

Hay que tomar en cuenta que esto puede tener un efecto contraproducente porque estos victimarios también pueden aplicar la IA para crear contenidos peligrosos, que a simple vista parecen legales.

Sobre este tema la página de Internet tecnoseguro.com señala que el denominado phishing -estafa que tiene como objetivo obtener a través de internet datos privados de los usuarios, especialmente para acceder a sus cuentas o datos bancarios-, es una de las modalidades que más ha ido en aumento.

La inteligencia artificial permite a toda organización y neutralizar amenazas, identifica registros anómalos, monitoriza los centros de procesamiento entre otros.

Entre los grandes del mundo de la tecnología que han aplicado la IA en sus mecanismos de defensa están Google o IBM/Watson.

No solo de especialistas es esta labor sino es del sector público y privado hacer frente a los movimientos de estos delincuentes sin pasar por alto las normas éticas de los ciudadanos, que no deben caer el juego sucio.