La mente es creadora por excelencia, su poder es ilimitado para conectar con realidades deseadas, pero, también indeseadas, por esto la dirección de tu pensamiento es tan importante. Hacia donde diriges tu pensamiento diriges la acción creativa de tu vida, a través de tus actos y tu personalidad. Te conviertes en lo que piensas y el mundo alrededor tuyo lo construyes a partir de aquí, de esta forma si no te gusta la realidad que vives el primer paso hacia el cambio es la forma en la que piensas, incluso acerca de la realidad insoportable en la que te encuentras.
Lo anterior no significa que te niegues el derecho a sentir que el mundo exterior, o la realidad que vives es insoportable, sino más bien aceptar que lo es y dejar de negar la realidad. La aceptación es el principio del cambio, la resistencia a lo que es asegura la prolongación de lo inaceptable. El resistirse y quejarse, solamente dirige tu energía hacia crear un poco más de lo que no te gusta, la queja y la culpa sólo permiten enfocarse en muchas más cosas para quejarse.
Cuando aceptas una realidad que no te gusta, y aceptas que no te gusta, entonces se abre una ventana de cambio, una nueva perspectiva que se alcanza a través de una simple pregunta si esto no me gusta, ¿Qué puedo hacer para cambiarlo?. Es posible que la mente acostumbrada a la queja, inicialmente rechace cualquier solución y la respuesta inmediata sea nada, sin embargo, es válido quedarse en el pensamiento de que esto no me gusta para empezar a preguntarse ¿Qué si me gusta?. Aquí está la puerta. Cuando acepto que algo que no quiero es lo que no quiero puedo preguntarme ¿Qué es lo que sí quiero para mi?. Si eres capaz de conectar con lo que te gustaría que fuera has dado un paso hacia adelante, porque puedes empezar a convertirte en la persona que vive esa realidad. ¿Cómo es? ¿Cómo piensa? ¿Qué hace? ¿Cómo se relaciona? ¿Cómo actúa? y qué puedo hacer yo para convertirme en esta persona.
Es importante que sepas que si lo puedes imaginar, inevitablemente existe dentro de ti el potencial para crearlo, si logras creer que esta realidad está disponible para tí entonces es posible, y es viable porque si logras conectar con el potencial de lo que puede ser, sin duda puedes comenzar a crear esa persona que piensa como vives en tu realidad imaginada.
Una vez puedes identificar que si quieres en tu vida, y como es el tú que vive esa vida entonces es el momento de cambiar la forma de pensar. Yo soy la persona que hace, que dice, que piensa, que se relaciona de la forma que me permite tener la vida que deseo. Una vez se identifican los pensamientos asociados a esta imagen de vida, se pueden comenzar a crear pequeños hábitos que lo hagan realidad. Aquí la clave será llevar el enfoque hacia lo que sí estoy haciendo para convertirme en esa persona, y hacia los resultados que se están reflejando en mi vida como resultado de los hábitos que voy a apropiando. Aún cuando aún existan cosas que no te gustan, la clave está en mantener el enfoque hacia lo que si estás creando, porque donde pones el enfoque pones tu energía, y donde pones tu energía existe el potencial de crecimiento. Empezar con pequeños hábitos, que no sean disruptivos es también la clave del cambio, no se puede esperar hacer un giro de 180 grados a una vida que no te gusta, pero si se puede empezar cambiando un 5% de lo que no deseas, una vez logras un pequeño cambio, tu mente cree en la posibilidad del cambio, y esto hace que sea posible integrar más pensamientos creadores, hábitos positivos y mantener el enfoque y la energía en este espacio creador.
Te pregunto ahora, ¿Cuál es el pensamiento que puedes cambiar ahora, para crear un hábito que te acerque a la vida que deseas vivir?
Mónica Naranjo
Hipnoterapeuta Clínica, Psicobioterapeuta
@terapiandoconmonica