1-Recientemente Catena Zapata obtuvo el premio a la mejor bodega y viñedo del mundo, en el evento World´s Best Vineyards en La Rioja, España. ¿Qué representó este reconocimiento para Argentina y el mundo vinícola?
Este premio es sumamente importante porque lo otorga el grupo William Reed, el mismo que entrega los prestigiosos galardones de The World’s 50 Best y que, junto con la Guía Michelin, representa uno de los mayores reconocimientos en el mundo gastronómico. Haber sido seleccionados como el viñedo número uno del mundo me transporta al pasado, cuando mi padre, inspirado durante una visita a UC Berkeley, vio lo que sucedía en Napa Valley tras el Juicio de París. Los californianos habían demostrado que podían competir con los mejores vinos de Francia, y mi padre pensó: “Si ellos pueden, ¿por qué no en Argentina?”
Esto fue en los años 80, cuando él regresó a nuestro país con la determinación de hacer vinos argentinos que pudieran estar entre los mejores del mundo. Cuando me preguntan por mi visión para la bodega, es la misma. Este reconocimiento, que nos distingue como el mejor viñedo del mundo entre miles, confirma que estamos en el camino correcto y nos motiva a seguir mejorando. Pero más que nada, es un premio para nuestra región, que le dice al mundo que en Argentina tenemos un viñedo de alta montaña único, elegido por 500 periodistas con voto anónimo. Este galardón simboliza el cumplimiento de un sueño.
2- Nicolás Catena Zapata es un antes y después para el vino argentino. Háblenos de la visión y el proceso de elaboración de esta leyenda viviente.
El vino Nicolás Catena Zapata fue el primer “Gran Cru” de Sudamérica, ya que en 1997, al probar nuestro Cabernet y Malbec y hacer el assemblage, mi padre sintió que habíamos logrado un vino digno de estar entre los mejores del mundo, listo para ser presentado. A partir de ahí, lanzamos el vino en catas a ciegas por todo el mundo, donde se comparó con grandes como Chateau Latour, Opus One, Camus Special Selection y Solaia, que había sido nombrado vino del año por Wine Spectator. En esas degustaciones, nuestro vino ocupó el primer o segundo lugar, y nadie podía adivinar que era argentino.
Este fue un hito en la historia del vino argentino, porque el Nicolás Catena Zapata demostró que un blend de Cabernet Sauvignon y Malbec, similar al icónico blend de los Grand Cru Classé de 1855, podía competir con los grandes vinos de estilo bordelés basados en Cabernet. Aunque ese blend original ha sido reemplazado en gran medida por combinaciones de Cabernet con Merlot o Cabernet Franc, este vino revive ese histórico assemblage, mostrando además su capacidad de envejecimiento y su calidad a la par de los mejores del mundo.
El vino lleva el nombre de mi padre, quien siempre ha amado el assemblage de Cabernet Sauvignon con Malbec, su combinación favorita, por lo que es muy apropiado que este vino lo honre.
3- Laura Catena, hija de don Nicolás es la que se encuentra a cargo de la empresa. Ella creó el Catena Institute of Wine. Expliquenos la tarea de este centro de formación que utiliza la ciencia para preservar la naturaleza y cultura.
Soy Laura Catena y fundé el Catena Institute of Wine en 1995. Nuestro primer gran proyecto fue la selección clonal del Malbec, ya que en ese momento solo existían clones europeos de esta variedad y eran muy limitados. En Argentina, teníamos una gran diversidad genética de Malbec, y quisimos estudiarla en profundidad, analizando planta por planta. Así comenzó el Instituto, y pronto me di cuenta, como científica graduada de Harvard y Stanford, que si queríamos cumplir el sueño de mi padre de producir vinos argentinos que pudieran competir con los mejores del mundo, necesitábamos investigar a fondo nuestro clima de altura y cómo distintas variedades se adaptaban a nuestro suelo, clima y tradiciones.
Descubrimos que la enorme diversidad genética de nuestro Malbec era un verdadero tesoro. No solo tenemos Malbec muy variado, sino también otras variedades como Cabernet, Chardonnay y Bonarda, y lo más importante es que conservamos material prefiloxérico, algo que se perdió en otras partes del mundo tras la plaga de la filoxera, como el Caderné Soñón por ejemplo. En Argentina, mantuvimos esta diversidad genética, lo que permite una expresión pura del sabor de la planta, ya que no ha sido injertada en raíces de vid americana. Esto no solo aporta un carácter único, sino que puede extender la vida de los viñedos.
Nuestro objetivo siempre fue hacer vinos que estuvieran entre los mejores del mundo. Pero también descubrimos que nuestras características únicas, como la altura, los suelos calcáreos, el clima seco y la baja necesidad de pesticidas, nos daban un potencial extraordinario. Con bajos rendimientos naturales y suelos bien drenados, Argentina se presenta como un lugar ideal para la producción de vinos concentrados y añejables, más que para vinos de volumen.
Nos dimos cuenta de que teníamos un lugar mágico, casi un paraíso para la viticultura, pero que para aprovecharlo al máximo debíamos estudiarlo a fondo. En el Catena Institute publicamos constantemente investigaciones en revistas de prestigio, y somos la bodega que más ha publicado estudios sobre viticultura, terroir y Malbec. De hecho, llevamos a cabo el estudio más extenso de terroir del mundo, analizando 24 parcelas durante tres años, demostrando la “huella digital” química de los vinos de cada región, algo que no se ha hecho a este nivel en ninguna otra parte del mundo.
Además, hemos realizado estudios sobre el añejamiento de vinos y mantenemos un vivero que llamamos “supersónico”, donde preservamos la diversidad genética para las futuras generaciones. También nos enfocamos en la sostenibilidad: estudiamos cómo reducir el uso de agua y cómo nos afecta el cambio climático. Aunque en algunas zonas de altura no hemos visto un aumento significativo de la temperatura, sí tenemos menos agua debido al retroceso de los glaciares.
Estamos comprometidos con la conservación del ecosistema que rodea nuestros viñedos, porque cada región tiene su propia biodiversidad. Dejamos hasta un 40% de nuestras tierras sin cultivar, permitiendo que crezca la vegetación natural para apoyar a las abejas, pájaros, zorros y demás fauna. Creemos que esto no solo preserva el entorno, sino que también contribuye a la producción de mejores vinos.
4- La bodega Catena Zapata es pionera en los viñedos de altura. ¿Cómo es el proceso de cultivo en este tipo de terreno?
Los cultivos en altura son especiales debido a la mayor intensidad solar. En el Catena Institute realizamos un experimento muy interesante donde cubrimos algunos viñedos con una tela que reducía esta intensidad, y descubrimos que los viñedos expuestos a la luz solar completa producían uvas con más taninos y polifenoles, lo que explica por qué los vinos de extrema altura son tan concentrados. Además, el clima frío propio de estas altitudes contribuye a retener mejor la acidez y permite una maduración más lenta de la uva, lo que resulta en vinos con azúcares moderados, taninos completamente maduros y una acidez óptima.
Por estas razones, creemos que los climas de altura son ideales para la elaboración de vinos concentrados y con gran capacidad de añejamiento. Además, estos viñedos son más resilientes al cambio climático, ya que se mantienen más frescos. En Mendoza, nuestras zonas de altura tienen suelos aluvionales con depósitos calcáreos, conocidos como limestone en inglés, un componente de calcio que ha sido relacionado con la producción de grandes vinos en otras regiones. Aunque aún no comprendemos del todo por qué, hemos observado que estos suelos producen vinos de altísima calidad.
Hay mucho por seguir investigando, pero hoy, con los desafíos del cambio climático, los climas fríos de altura son cada vez más valorados, y muchas regiones están trasladando sus viñedos a estas zonas. Sin embargo, en nuestra familia llevamos cultivando en altura desde los años 50, y mi padre fue pionero al plantar en Gualtallarí, a extrema altura, en 1992.
5- El vino siempre es un buen acompañante para muchas ocasiones. Mencione algunos vinos que nos pueda recomendar y con que lo podemos acompañar.
Algunas recomendaciones de vinos de Catena Zapata junto con sugerencias de maridaje para diversas ocasiones:
Catena Zapata Adrianna Vineyard White Stones Chardonnay
Este vino proviene de nuestro viñedo Adrianna, un lugar excepcional en la alta montaña. Tiene una gran mineralidad, notas de frutas cítricas y un toque de roble muy bien integrado. Es perfecto para acompañar mariscos, como ostras o ceviche, y también va muy bien con platos de aves como un pollo asado o ensaladas frescas.
Catena Zapata Malbec Argentino
Un Malbec emblemático que celebra la historia y la diversidad genética de esta variedad en Argentina. Es un vino con notas de frutas negras, especias y una textura suave. Ideal para acompañar carnes a la parrilla, en especial un buen bife de chorizo o costillas de cordero.
Nicolás Catena Zapata
Este blend de Cabernet Sauvignon y Malbec es nuestro vino insignia, una mezcla que rinde homenaje al estilo de los grandes Grand Cru de Burdeos. Tiene una gran estructura, con sabores a frutas oscuras, tabaco y un toque de chocolate. Es excelente para maridar con platos más robustos como estofados de carne, caza o quesos curados.
6- ¿Qué representa para Global Brands ser el importador de estos productos en Panamá?
Para Global Brands, ser el importador de Catena Zapata en Panamá es una oportunidad emocionante. Catena Zapata representa lo mejor de los vinos argentinos, con un enfoque en la calidad, el terroir y la sostenibilidad. Esta alianza significa llevar a Panamá vinos reconocidos mundialmente, como los de nuestro viñedo Adrianna, que ha sido premiado con puntajes perfectos y considerado un “Grand Cru” de Sudamérica.
Esta colaboración no solo ofrece a los consumidores panameños la posibilidad de disfrutar de vinos excepcionales, sino también de conectarse con la rica historia y herencia de la viticultura argentina. Además, compartimos un compromiso con la sostenibilidad, que forma parte del corazón de nuestra producción, lo que refuerza el valor de esta relación en un mundo cada vez más consciente del impacto ambiental.
7- Algo más que agregar.
Además de su compromiso con la sostenibilidad y la ciencia a través del Catena Institute of Wine, Catena Zapata ha implementado diversas iniciativas para reducir su impacto ambiental. Un ejemplo destacado es el trabajo realizado para reducir el peso de sus botellas. Al disminuir el grosor del vidrio sin comprometer la calidad ni la estética, la bodega ha logrado reducir las emisiones de carbono asociadas al transporte y producción. Este esfuerzo es parte de un enfoque integral hacia la sostenibilidad, que también incluye el uso de cultivos de cobertura, manejo eficiente del agua y la transición hacia la agricultura orgánica.