Llamamos blefaritis a la inflamación de los párpados, y es una de las patologías más comunes que vemos en la consulta de oftalmología.
Generalmente vamos a encontrar el borde de los parpados rojos, puede haber hinchazón y sentirse ardor o picazón.
Es muy común en personas con piel grasosa, o que sufren de caspa en el cuero cabelludo o de rosácea en la piel de la cara. Se pueden observar escamas en las pestañas (como caspa), partículas o pequeñas costras oleosas en la base de las pestañas.
¿Qué causa la blefaritis?
Todas las personas tenemos bacterias que viven en nuestra piel, pero algunas tienen una mayor reproducción de estas en la base de las pestañas, lo que produce las escamas como caspa en éstas. También algunos pacientes tienen problemas con las glándulas sebáceas de los párpados, llamadas glándulas de meibomio, estas deben producir un aceite que forma parte de la lágrima, al no funcionar correctamente la secreción se acumula y se inflaman causando la blefaritis y otros problemas como orzuelo o chalazión; y por último también puede ser resultado de una sobrepoblación de ácaros microscópicos llamados Demodex que viven en el interior de los folículos de las pestañas.
¿Cómo tratar y mantener la blefaritis controlada?
Debido a que esta patología es causada por los mismos microorganismos que habitan en la piel de los pacientes, o un mal funcionamiento de sus glándulas palpebrales, va a ser una enfermedad crónica con la que se debe seguir un tratamiento y medidas de manera prolongada e indefinida.
Lo primero a tener en cuenta es la importancia la higiene de la piel, los parpados y el cabello, y debemos mantener una buena limpieza de estos de forma diaria. En casos leves se puede utilizar champú de bebé diariamente para lavar las pestañas, pero cuando tenemos síntomas más severos podemos utilizar espumas o jabones especiales para la blefaritis, que a menudo contienen aceite de árbol de té, que su médico oftalmólogo le recomendará.
Desafortunadamente, no existe cura para la blefaritis, pero hay algunas medidas que pueden hacerse para controlar los síntomas. Estos son algunos de los tratamientos:
Compresas de agua tibia
Humedezca un paño limpio con agua tibia y exprímalo hasta que esté más o menos seco. Colóquese el paño sobre los ojos cerrados durante al menos 5 a 10 minutos de forma diaria. Moje el paño todas las veces que sea necesario para que se mantenga tibio. Esto ayudará a aflojar las escamas que se pegan alrededor de las pestañas y a evitar que las glándulas de meibomio se obstruyan.
Existe un tratamiento que se realiza en el consultorio con un artefacto que utiliza calor y hace un masaje para destapar las glándulas sebáceas de sus párpados, puede preguntar a su oftalmólogo por éste.
Lavado de los párpados
Después de colocarse las compresas de agua tibia moje un paño limpio, un hisopo o algodón en agua tibia. Frote suavemente con ella la base de las pestañas. Hágalo durante 15 segundos cada ojo.
Antibióticos
Su oftalmólogo puede recomendarle que utilice gotas o un ungüento de antibiótico en el borde de los párpados. Coloque una pequeña cantidad de ungüento sobre la punta de un dedo limpio o un hisopo de algodón y aplique suavemente el ungüento en la base de las pestañas. Haga esto justo antes de irse a dormir o según lo recomiende su médico. En ocasiones dependiendo de la causa de la blefaritis también se prescriben antibióticos orales por distintos períodos de tiempo, incluso puede ser un tratamiento de varios meses.
Gotas para los ojos
Generalmente la blefaritis está relacionada con síndrome de ojo seco, causando ardor, ojos rojos, lagrimeo y otros síntomas relacionados a la resequedad, por lo que usualmente junto al tratamiento de la blefaritis se utilizan lágrimas artificiales. Otro medicamento que suele utilizarse en casos moderados o severos son los esteroides, que nos ayudan a disminuir la inflamación.
Omega-3
Muchas personas encuentran mejoría de sus síntomas con ácidos grasos omega-3, que son antioxidantes que ayudan a mejorar el funcionamiento de las glándulas sebáceas de los párpados y disminuir la inflamación. Los pescados ricos en ácidos grasos como el salmón o las sardinas, contienen un alto porcentaje de omega-3, por lo que una dieta rica en estos puede ayudar; podemos también obtenerlo a través de suplementos, puede preguntar a su médico su recomendación para el uso de éstos.
Como vemos podemos seguir múltiples recomendaciones generales para mejorar la blefaritis, pero siempre se debe consultar con un profesional si se tienen síntomas oculares como dolor, picazón, ojos rojos, entre otros; para poder tener un diagnóstico y tratamiento correcto de la patología que le esté afectando.
Dra. Marcela De León
Cirujana Oftalmóloga
Subespecialista en glaucoma
IG @marcela.dleon @oftalmocarepty