El hijo de dos profesionales de la salud mantiene el relevo generacional para dar soluciones mínimamente invasivas, aliviando el dolor, con miras a estar menos tiempo en un proceso de hospitalización y recuperación. Habla con nosotros sobre su especialidad, su lado humano y otros retos de su profesión.
- Todo campo del saber tiene nuevos métodos y el suyo no es la excepción. ¿Qué es la Radiología Intervencionista?
Es una especialidad médica, tradicionalmente considerada una sub especialidad de la radiología, que hace uso de las diferentes modalidades de diagnóstico por imágenes (resonancia magnética, tomografía computada, ultrasonido y rayos X) para la realización de procedimientos mínimamente invasivos, vasculares y no vasculares, tanto diagnósticos como terapéuticos.
Es una especialidad joven, pues los primeros procedimientos de intervención percutánea (a través de la piel mediante una incisión pequeña) datan de la década de 1960, con un desarrollo vertiginoso en las décadas de 1970 y 1980.
Los radiólogos intervencionistas han sido pioneros en procedimientos de mínima invasión y la especialidad se encuentra en constante evolución, de la mano del desarrollo tecnológico de los equipos de imagen y de los dispositivos médicos, siempre con la intención de ofrecer a nuestros pacientes, junto al resto de los integrantes del equipo médico, el máximo beneficio, en ocasiones evitando cirugías mayores o complejas.
- ¿Por qué decidió estudiar medicina?
En el colegio siempre sentí inclinación por el área de la ciencia y la biología. Es evidente que el disponer de una pequeña biblioteca de libros médicos y de enfermería (mi madre es enfermera, formadora de enfermeras) despertó aún más el interés por las ciencias de la salud.
El ser hijo de un médico y una enfermera hizo más fácil la exposición al medio y alguna que otra visita al hospital y a la escuela de enfermería terminan por definir mi decision por ser médico.
Su padre es el doctor Baltasar Isaza y su madre es la enfermera y catedrática Elba Espinosa de Isaza. ¿Cómo influenció esto en usted para seguir por el mismo camino?
Mi madre siempre quiso que fuese doctor y, evidentemente, médico radiólogo. Mi padre, muy por el contrario, siempre pensó que era mejor que me orientase por otras profesiones: que fuese mecánico o ebanista, sus dos grandes hobbies.
- ¿Motivo para seguir capacitándose en su especialidad?
Escoger ser médico radiólogo tiene evidentemente una gran influencia por haber crecido en casa; sin embargo, al momento de tomar la decisión, me gustaba la especialidad por la oportunidad que daba de integrar la clínica, la anatomía y la fisiopatología, no sólo de una, sino de todas las regiones del cuerpo.
Los médicos radiólogos, hombres y mujeres a veces poco o nada conocidos por sus pacientes, somos curiosos buscadores que, detrás de nuestras pantallas luminosas, escudriñamos los estudios de imágenes tratando de encontrar aquellos cambios, algunos sutiles, en la anatomía normal, que nos permitan llegar a un diagnóstico.
Ahora, desde mi perspectiva como radiólogo intervencionista puedo no sólo hacer esto, sino además interactuar directamente con mis pacientes durante los procedimientos o en la consulta previa a estos o de seguimiento.
- Ha tenido grandes experiencias en el campo profesional. ¿Cuál ha sido el reto más grande de su carrera?
El reto más grande, una pregunta complicada.
Como radiólogo intervencionista, cada caso, cada procedimiento es un reto que se enfrenta con humildad, dedicación y pasión.
Quizás, a nivel profesional, cuando, como especialista recién graduado, me tocó, junto con el Dr. Alfredo Macharaviaya, sentar las bases del servicio de radiología del recién inaugurado Hospital Susana Jones y luego, un par de años después, ya un poco más maduro, hacerme cargo de la jefatura del departamento de radiología del Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo Arias Madrid.
A nivel personal, la decisión de dejar temporalmente a mi familia para hacer la subespecialidad en radiología intervencionista.
- ¿Qué capítulos de su vida recuerda con cariño?
Con mucho cariño y emoción, dos: el nacimiento de mis hijas y, otro cuando luego de 8 meses separados por estudios, nos volvimos a reunir todos en Tenerife, en donde en compañía de nuevos amigos y con una visión diferente del mundo, estuvimos por 2 años.
- ¿Algunos médicos que hayan marcado su carrera y por qué?
Doctores que hayan marcado mi vida. Creo que mi padre, por razones obvias, está en el primer lugar.
El Dr. Enero Avilés, por su carácter recio, justo y siempre aleccionador.
El Dr. Enrique Mendoza por su pasión por la docencia médica y el academicismo.
El Dr. Luis Picard-Amí, profesor de ética y deontología médica.
Mi profesor, el Dr. Manuel Maynar, quien me ayudó a sentar las bases de mi trabajo actual como radiólogo intervencionista.
La Dra. Ilka Guerrero y la Dra. Armonía Briceño de Rodríguez ambas maestras de la radiología.
La Dra. Guerrero fue un apoyo importante para que otros colegas y yo pudiésemos continuar en las diferentes sub-especialidades de la radiología.
La lista podría ser interminable entre colegas y amigos que han contribuido de una manera u otra en forjar el crecimiento profesional.
- ¿Cuáles son los beneficios de la Radiología Intervencionista?
Creo que el principal beneficio que ofrece la radiología intervencionista a nuestros pacientes es la posibilidad de realizarse un procedimiento mínimamente invasivo, con fines diagnósticos o de tratamiento, muchos de ellos ambulatorios y con un rápido periodo de recuperación, logrando resultados iguales, o al menos comparables, con las técnicas tradicionales, pudiendo a veces evitar una cirugía mayor, en muchas ocasiones en pacientes que, por su condición clínica, son malos candidatos para una cirugía mayor o compleja.
- ¿Cuáles son los procedimientos más comunes que realiza?
Entre los procedimientos no vasculares más comunes que realizamos los radiólogos intervencionistas están las biopsias, las punciones y/o drenajes de colecciones de líquido en cualquier parte del cuerpo, las intervenciones en el hígado y en las vías urinarias y el tratamiento de tumores mediante embolización o ablación térmica (destrucción del tumor con microondas, radiofrecuencia o congelación). Entre los procedimientos vasculares más comunes se encuentran las embolizaciones por sangrados, el tratamiento de obstrucciones arteriales y venosas, el tratamiento de varices (pélvicas y en las piernas), la colocación de catéteres venosos de todo tipo y el manejo de los accesos vasculares para hemodiálisis.
- Ocupó el primer puesto de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá. ¿Cómo fue su experiencia en este campo de estudios?
Primer puesto de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá y miembro del Capítulo de Honor Sigma Lambda: un gran honor, pero como todos los éxitos en la vida, no se logran por uno solo: se lo debo y se lo dedico a mi madre.
- ¿Algo que le gustaría implementar en Panamá a nivel privado y público?
Me gustaría implementar un centro de formación para técnicas mínimamente invasivas.
Hay especialidades médicas nuevas y la suya es una de estas en sus palabras, ¿qué es un quirófano híbrido?
Un quirófano híbrido es un área donde simultáneamente y en un mismo equipo, se pueden realizar procedimientos percutáneos y una cirugía abierta. Son útiles sobre todo para la realización de procedimientos cardiovasculares complejos.
- ¿Cuáles son sus gustos, cómo se describe y qué le gusta hacer en su tiempo libre?
Me gusta la música, de todo tipo, desde la clásica hasta el reggaeton, sobre todo el rock de los 80 y la salsa, tanto así que siempre digo que algún día haré debut como DJ y aprenderé a bailar salsa.
Me gusta una caminata tranquila y un atardecer en la playa; soy un amante del vino a quien le encanta la idea de poder ver el amanecer en una montaña, un valle o un viñedo.
- ¿Algo más que agregar?
Me considero una persona sencilla, humilde y tranquila, un hombre curioso, apasionado por mi trabajo, dedicado y capaz de entregarlo todo por su familia, sus amigos y sus pacientes.