por Geminnesse Hernández
Por increíble que parezca, no es un misterio, que con la alimentación adecuada se previenen y controlan muchas enfermedades, que ya son comunes. Entre esos la Obesidad, Hipertensión, Diabetes, Dislipidemias, Cáncer, Enfermedades Gastrointestinales, Afecciones renales, entre muchas otras que no mencionaré para no extender los ejemplos. Pero con esto, básicamente lo que trato de trasmitirles es que todos nuestros sistemas orgánicos dependen de nuestra decisión de consumir alimentos saludables o no.
Es por esto, que en esta ocasión quiero hacer referencia a la gran importancia que tiene una alimentación adecuada y equilibrada para evitar el desarrollo de enfermedades, totalmente prevenibles con una dieta adecuada.
El principal obstáculo que se encuentran muchas personas es, dar el primer paso, dar ese giro de 180° a su alimentación para lograr disfrutar el bienestar que nuestro cuerpo requiere. Muchas personas empiezan a modificar ciertas cosas, otras buscan dietas “milagrosas”, siguiendo consejo de la vecina, amiga, influencers. En fin, aparecen muchos “expertos” de nutrición y dan inicio a mitos y confusiones entre las personas que intentan mejorar su alimentación.
Como profesional de la salud, les puedo asegurar que no existe ningún alimento mágico que ayude a que recupere tú salud o prevenga enfermedades.
Pues todo se trata de aprender a comer saludable y esto se basa en saber proporcionar los diferentes alimentos, indistintamente si son alimentos veganos, orgánicos o “light”, pues de igual manera aportan calorías y la distribución de sus nutrientes debe interesar al igual que cualquier otro producto de uso regular o común.
Para llevar una alimentación saludable, debe tener en cuenta las siguientes recomendaciones básicas, para que tenga un inicio informado para transformar su vida, a uno más sana:
– ¡No le tema a los carbohidratos, son realmente importantes y principales en la base de nuestra alimentación. Pero también debe saber la cantidad adecuada que necesitas para lograr su objetivo. Por ejemplo: usar pan integral; en el almuerzo 1 tz de arroz (cocido sin aceite) con 1/3 tz de menestras y para la cena nuevamente un carbohidrato ligero (emparedados, wraps, etc).
– Recuerde, bajar o eliminar el consumo de azúcares simples pues no aportan nada más que calorías y evitar comer carbohidratos fritos (hojaldre, carimañola, tortillas, etc). El exceso de su consumo produce obesidad, diabetes, dislipidemias.
– ¡Más frutas en el día y más vegetales en el plato! Las frutas son ideales para las meriendas, pues aportan pocas calorías y aportan antioxidantes, vitaminas, minerales y fibra, de tal manera que ayudan a amortiguar las fatigas entre comidas principales. Y por su parte, los vegetales deben ser los protagonistas todos los días en su alimentación, pues también aportan vitaminas, minerales y fibra. Con su consumo frecuente, podrá tener la seguridad que no necesitará una cápsula de multivitamínico (excepto bajo alguna patología particular definida). Los vegetales, pueden ser frescos, salteados, horneados, al vapor.
– Lo importante es variarlos para que no se canse de consumirlos, pues debe consumirlos para toda la vida. Apóyese de especias frescas o secas que le ayuden a variar el sabor y los aderezos bajos en grasa y azúcares añadidos (menos del 10% de grasas y azúcar por porción). Lo bueno es que sí podemos consumirlo en gran cantidad para reducir el riesgo de enfermedades como el cáncer, hipertensión, diabetes, etc.
– Proteínas de carnes blancas con más frecuencia y en cocciones sencillas, a la plancha, en airfryer, al horno. Las carnes blancas aportan menos colesterol y grasas saturadas, que al ser consumidas en exceso puede provocar dislipidemias y obesidad. En caso de que no desee consumir proteínas de origen animal, puede apoyarse proteínas de origen vegetal como la soya, menestras, hongos, entre otros granos que contienen un buen perfil de aminoácidos, pero es importante que reciba una buena guía para evitar deficiencias nutricionales.
– Las grasas saludables se deben consumir con frecuencia, pero con igual control de la cantidad pues esto no quiere decir que no aporten calorías que producen los mismos resultados de exceso de peso y por ende de sus enfermedades asociadas. El aguacate, nueces, almendras, aceite de oliva o aceites vegetales aportan ácidos grasos saludables pero debe conocer cuantas porciones puede consumir dentro de los valores seguros, para poder disfrutar de sus beneficios a la salud, como el efecto cardioprotector que tiene el Omega 3 que aportan estos alimentos.
Finalmente, “no se trata solo de comer bien, también se trata de comer en la cantidad adecuada para sus necesidades corporales que le permita llevar un estilo de vida saludable, donde por supuesto, también debe estar incluido el ejercicio físico diario, pues la rutina, la duración y la constancia ayudarán no solo a tener un peso saludable, también ayudarán a fomentar otros aspectos de bienestar, como la confianza, seguridad, manejo del estrés y un estado de salud completo e integral”, apunta la coach nutricional para que así tengas una mejor idea como debes alimentarle y evites romperte la cabeza con efectos, que pueden ser irreversibles.