Todos conocemos la historia del bebé que desde las 3 semanas no dormía en todo el día “porque era muy despierto”, pero compensaba de noche, o la anécdota del bebé que solo dormía de día y de noche, nada.
La cantidad y duración de las siestas es uno de los motivos de consulta más común que recibo, en su mayoría por mamás que luchan con el hecho de que sus bebés no duermen bien de día, se despiertan con cualquier ruido, o solo pueden dormir encimas de ellas.
En las próximos párrafos quisiera resumir información valiosa respecto a este tema.
DURACION
Primero hay que establecer un principio muy sencillo: la cantidad de sueño diurno requerido, depende de la edad. Un bebé recién nacido necesita entre 14-17 horas de sueño en 24 horas, de los cuales, de 5 a 6 horas y media serán durante el día. Entre los 4 y 6 meses se necesitan entre 4 y 4 horas de sueño diurno; entre los 7 y 10 meses; de 2.5 a 3.5 horas; entre los 11 y 14 meses, de 2.5 a 3 horas, y cuando ya solo hacen una siesta, usualmente después de los 14 meses, ésta debe durar entre 2-3 horas.
La premisa “si duerme mucho de día, no dormirá de noche” es totalmente cierta, si el bebé está durmiendo mucho más que las horas recomendadas en el párrafo anterior, pero tan cierto como eso, es que si un bebé duerme menos del sueño diurno recomendado, tendrá que pagar las consecuencias del sobre cansancio que incluyen: mal humor, llanto, dificultad para conciliar el sueño, sueño ligero, más despertares nocturnos, terrores nocturnos y despertares tempranos en la mañana.
LUZ Y RUIDO
La frase “tiene que acostumbrarse a dormir con luz y con ruido” es completamente válida en dos circunstancias. La primera es si estamos hablando de un bebé menor de 2 meses, para evitar o remediar la Confusión Día/Noche, en la cual su requerimiento de sueño en 24 horas lo está obteniendo más de día que de noche, el sueño durante el día es más profundo, y en la noche presenta muchos despertares con dificultad para volverse a dormir, por lo que se la pasa buscando el pecho, botella o brazos (como si fuera de día). La segunda circunstancia es si queremos tener una vida flexible, donde están incluidos los viajes, reuniones y paseos al centro comercial. En estos casos, el bebé o niño pequeño, con mucha práctica, debe aprender a conciliar el sueño aún cuando haya ruido y luz.
Pero si el motivo de consulta es un bebé que está de malhumor, se sabe que tiene sueño, y no logra dormir más de 15 minutos durante el día, conviene aplicar algunos principios básicos para ayudarlo con las siestas.
- No esperar a que esté sobre cansado para intentar que duerma. Tener en cuenta las ventanas de sueño según su edad. 0-4 semanas: 45-60 minutos; 4-12 semanas: 60-90 minutos; 3-4 meses: 75-120 minutos; 7-10 meses: 2.5-3.5 horas; 11-14 meses (cuando aún hacen 2 siestas): 3-4 horas; cuando solo hacen 1 siesta: 4-6 horas. Estas horas recomendadas es el tiempo máximo que pueden pasar despiertos sin que se les aumente el cortisol y adrenalina, es decir, sin que se sobre cansen.
- Utilizar la oscuridad a su favor: tan pronto como a los 2 meses de vida, ya se puede comenzar a proveer un ambiente oscuro. La mayoría de los bebés a los 3 meses ya tienen su ciclo circadiano establecido, con producción de melatonina, la cual es favorecida por la oscuridad.
- Garantizar una buena temperatura: está comprobado que una temperatura más baja va a promover el sueño mucho más que una temperatura alta, así que una ducha antes de la siesta, o el uso de aire acondicionado entre 22-24 grados, ayuda bastante.
- Ruido blanco: está comprobado que ayuda a calmar a bebés sobre cansados, les recuerda al ruido que escuchaban estando intra útero, neutraliza sonidos externos fuertes y ayuda a que se vuelvan a dormir luego de un despertar entre un ciclo de sueño y otro. No hay evidencia de que cause adicción ni sordera. Se debe utilizar a al menos 1 metro de distancia y a no más de 55 decibeles.
- Extensión de siesta: si el bebé despierta luego de unos minutos, y todavía tiene los párpados cansados, se debe ayudar a extender esa siesta.
CUANTAS SIESTAS Y HASTA CUANDO
A un recién nacido no se le cuentan la cantidad de siestas, solo se cuida que no pase despierto más de su ventana de sueño recomendada, y que no duerma más de 6 horas en el día. A esta edad una siesta normal puede durar de 20 minutos a 2-2.5 horas.
A los 3 meses el objetivo cambia a 4 a 5 siestas de al menos 1 hora cada una (no siempre se logra porque es común las siestas cortas a esta edad. Entre 4 y 5 meses las siestas se consolidarán a 3 siestas, 2 largas y una corta antes de dormir. Entre 7 y 9 meses bajan a 2 siestas, entre 14-16 meses bajan a una. Los signos de que hay que quitar una siesta son: está en la edad adecuada, dificultad para conciliar el sueño en las siestas o noche, despertares en la madrugada donde cuesta que se vuelvan a dormir y despertares tempranos.
A medida que van pasando los años de bebé y se acercan a la edad pre- escolar, la duración de la siesta única ira disminuyendo hasta que desaparezca. Según estudios, casi todos los niños de 3 años todavía hacen una siesta al día, 60% de los niños de 4 años aún toman siesta, a los 5 años, solo 30%, a los 6 años, 10% y prácticamente ningún niño de 7 años toma siesta. Esto dependerá de la madurez, actividades, requerimiento de sueño y ambiente de cada niño en particular.