Los carnavales son sinónimo de alegría y diversión, es la fiesta más esperada para los panameños sin duda alguna. En estos cuatro días de fiesta en diversos puntos del país la cultura, el agua, creatividad, folclore, la música y la belleza de la mujer panameña genera el interés de panameños y extranjeros.
Del puente pa´allá
En diversos puntos del interior del país las reinas, princesas vestidas de coloridos trajes o de polleras, murgas comparsas, carros alegóricos, camiones cisternas dan aquel toque contagioso tanto a chicos como grandes.
Entre los puntos más concurridos están Las Tablas, Chitré, Penonomé -de gran interés por sus carnavales acuáticos en el río Las Mendozas- , Aguadulce, La Villa de Los Santos y Dolega por lo que grupos de amigos hacen planes para pasar momentos de diversión en el día y la noche.
En la mayoría de los puntos geográficos se dividen en una disputa entre “Calle Arriba” y “Calle Abajo” en la que salen a relucir tonadas, cohetes, puyas, presentaciones musicales y soberanas para mantener la tradición.
Según el sitio sicultura.gob.pa en Las Tablas, que tiene cerca de dos siglos con esta celebración en cierta parte de la historia se coronaba a una sola reina, que encabezaba a las dos tunas hasta que en 1950 Calle Arriba coronó a Mitzy Sandoval mientras que Calle Abajo le puso la corona a Eneida Decerega, así nació la tradición de ambas reinas para las dos calles.
Otro acto de gran concurrencia son los culecos o la mojadera, que se da cuando está el sol en su punto, pero, son muchos los que quizás siempre se han preguntado de dónde viene la palabra “culeco”, te decimos que de acuerdo con el sitio sicultura.gob.pa, este acto viene de la palabra “Clueca”, originada en la ciudad de Las Tablas, y que con el paso del tiempo quedó como la conocemos “Culeco”, en donde los presentes se mojan, se toman refrescantes bebidas y se divierten de la mejor manera.
La capital
A pesar de que ya no es el epicentro de esta fiesta, no nos podemos olvidar de aquellos tiempos en los que todo ocurría en la avenida Central, lo que llevó a Pedro Altamiranda a componer su tema
Pero, antes de aquel desfile de carros esta manifestación ya era evidente en sectores populosos como Santa Ana mientras que en la alta sociedad los hacía en la plaza de San Francisco, hoy Plaza Bolívar frente a la cancillería.
El diario La Estrella de Panamá en reportajes escritos por las periodistas Esther Arjona y Adriana Berna reflejan como esta festividad poco a poco fue teniendo su metamorfosis a lo largo de los distintos periodos históricos (colonial, departamental y republicano).
Todo esto fue traído al Nuevo Mundo por los conquistadores españoles y portugueses de Europa gracias a las costumbres heredadas de los antiguos griegos y romanos en festivales en honor a Dionisio y Saturno, respectivamente al igual que la de la Venecia medieval en la que se usaban máscaras.
Por su parte la página web Panamá Vieja Escuela señala que durante los días de la colonización española las personas se disfrazaban de los reyes de España, militares, esclavos e indígenas.
A pesar de las manifestaciones de las primeras comparsas de los sectores populares en el siglo XIX, la utilización de máscaras, la oficialización se dio en 1910 durante la alcaldía de José Agustín Arango siendo escogida Manuelita Vallarino, como la primera reina del Carnaval de la capital.
Eventos en el Club Internacional, el Teatro Nacional y primeros desfiles en los barrios populares con las reinas son algunos de los más recordados.
De tal manera que las fiestas carnestolendas era un momento del año en que se unían las diversas clases para pasarla bien.
Durante la Segunda Guerra Mundial hubo mucha rumba cubana y orquestas tropicales en los toldos – en aquellos años se hacía el blackout o apagón en toda la ciudad por motivos de seguridad a un posible ataque del Eje-.
Tampoco se borran del recuerdo de la memoria colectiva personajes como los resbalosos, Domitila y Tiburcio, desfiles en la avenida Central con grandes músicos, la vía España con sus tarimas y más recientemente la Cinta Costera son algunas de las escenas de como se fue desarrollando la farsa en nuestra capital a pesar de que ya no es el punto más frecuentado debido a la hegemonía que ha adquirido el interior del país por parte de las nuevas generaciones.
En todo esto la percusión es un elemento presente en todas las comparsas, que hay en varios puntos del país, una herencia de la cultura africana aportada por la cultura Congo y los resbalosos, que se suma a este juego cargado de reflejos.
El Carnaval es la suma las costumbres de los colonizadores, los indígenas y la presencia africana así podemos comprarlos con aquel juego de serpentinas, que nunca falta en estos llenos de gozo.
Disfruta de estos días cuidándote mucho, recuerda que no son ni los primeros ni los últimos, así que ante todo juicio.
Ten presente que el desorden es con orden.
Fuente: La Estrella de Panamá
Panamá La Escuela Vieja
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