Mónica Naranjo, Psicobioterapeuta, Hipnoterapeuta Clínica.
Si bien es cierto, que el sobrepeso está ligado a una mala alimentación, falta de ejercicio y un estilo de vida sedentario, también es verdad que muchas veces aunque el estilo de vida de la persona sea saludable en cuanto alimentación, ejercicio y movimiento, es posible que el sobrepeso esté presente y se puede hablar de una raíz emocional en la acumulación de grasa, así como se puede hablar de la existencia de una raíz emocional para la persona con sobrepeso y un estilo de vida sedentario y poco saludable.
La función biológica de la grasa es la de sostener, proteger y acumular energía en el organismo (calor, protección, supervivencia). De esta forma, el conflicto de acumulación de grasa, sobrepeso y obesidad, es un conflicto ligado a las heridas de infancia de abandono, traición y humillación. La grasa o la acumulación de la misma es una solución biológica al conflicto ya que, “soluciona” de forma biológica, la necesidad de protección, calor y sostén. Cuando la persona acumula grasa surge un conflicto nuevo relacionado a la silueta donde se inicia un ciclo de desvalorización y auto humillación, desencadenando la acumulación de grasa y convirtiéndolo en lo que desde la biodescodificación se llama un conflicto auto-desencadenante. Es decir, me miro al espejo, me siento mal con mi figura, me critico, y continuó acumulando grasa (protección, compañía).
El sobrepeso también cumple la función de hacer a una persona más grande, ya sea porque necesita protegerse de algo o de alguien, porque debe cargar mucho en su vida (por ejemplo: la familia, el trabajo) o porque no se siente vista y necesita ser reconocida por el mundo exterior. Aquí, se puede hablar de un conflicto de identidad, es decir el sobrepeso va a cumplir el objetivo de reconocimiento o protección del individuo. Lo hace más grande, aparentemente más fuerte y más visible, otorga mayores reservas de energía para soportar intensas jornadas de trabajo, maltrato, o para estar listo para la huida. Este último aspecto puede presentarse cuando una persona vive o sobrevive en una situación dañina por mucho tiempo, donde el cuerpo puede hacer la “solución” de acumular grasa para protegerse, y para tener reservas de energía en caso de necesitar huir. La solución biológica de la obesidad y sobrepeso, puede obedecer, a una conflicto en la vida del individuo o puede también tener un componente transgeneracional, en este caso, no sólo por la transmisión de creencias en cuanto a la comida, el aspecto personal y formas de alimentación, sino también a situaciones vividas por ancestros que generan una cierta respuesta del cuerpo para acumular grasa en su función de protección y sostén. Este puede ser el caso de hijos de familias donde los padres o los abuelos han pasado hambre, se han quedado sin nada o se han visto forzados a emigrar. La biología hará la solución en las generaciones venideras para evitar que se vuelva a pasar hambre o haya siempre energía para sobrevivir disponible. También puede darse en hijos con madres ausentes o huérfanos donde para tener el “calor” el tejido adiposo resuelve.
Cuando existe obesidad, el primer paso a trabajar es el conflicto silueta, antes de poder indagar sobre la causa emocional de raíz, se debe salir del ciclo de auto recriminación y auto humillación con el fin de facilitar el trabajo de fondo y que la pérdida de peso se de con mayor naturalidad. Para esto, usar ropa de la talla adecuada, que horme bien al cuerpo, evitar criticar o hablarse feo al espejo es el primer paso. Aceptar que las emociones acerca del cuerpo impactan directamente como éste se ve y reacciona es el primer paso en el camino para transformarlo desde el amor y no desde el rechazo. Para esto, no se necesita amar lo que se ve en el espejo, pero si se requiere aceptarlo, no juzgarlo y encontrar las bondades de tener el cuerpo que se tiene. Eventualmente, en conexión con la gratitud el amor surge desde un lugar diferente a la forma o la apariencia y el cambio puede iniciar. Siempre será más fácil bajar de peso cuando hay una buena relación con el cuerpo que se tiene y desde aquí, indagar cuáles han sido las creencias, comportamientos, emociones que han desencadenado la necesidad de acumular grasa. Si deseas te acompaño en tu proceso.