Por la Doctora Angela Medina
Psiquiatra y Neuropsiquiatra
Envejecer no significa un proceso patológico y podríamos afirmar que no existen enfermedades propias del anciano, sino patologías que se iniciaron en etapas tempranas de la vida y se manifiestan con mayor intensidad en la edades mayores, porque los estilos de vida no saludables pasan su factura a partir de la quinta década de la vida.
Se trata de un proceso heterogéneo, individual y asimétrico porque no todos los sistemas del organismo envejecen al mismo ritmo ni están expuestos a las mismas condiciones.
Es un error asumir que todas los grupos poblacionales envejecen de la misma forma y al mismo tiempo porque los aspectos sociales y culturales, los estilos de vida, los hábitos alimenticios, el estado nutricional, el nivel educativo, el acceso a los servicios sanitarios, las actividades de prevención y promoción de la salud, marcan diferencias en la calidad de vida de los adultos mayores.
La prevalencia de las enfermedades neurodegenerativas se espera que aumente con el incremento de la esperanza de vida en la mayoría de los países.
Las demencias son la principal causa de discapacidad, institucionalización y mortalidad y representa un costo global de 1 trillón de dólares.
Los afectados suelen desarrollar un deterioro de la memoria episódica seguido de otros síntomas cognitivos, incluidas dificultades con el lenguaje, dificultades con las funciones ejecutivas así comovisoespaciales y, en última instancia, demencia.
Los factores de riesgo asociados al desarrollo de las demencias son: pocos años de estudio, pérdida de audición, hipertensión, tabaquismo, obesidad, depresión,
inactividad física, diabetes, exceso de consumo de alcohol, lesión cerebral traumática, contaminación del aire, aislamiento social, pérdida de visión no tratada y el nivel alto de LDL colesterol.
Personas con estilos de vida saludables, que impliquen ejercicio regular, no fumar, evitar el exceso de alcohol e incluir actividad cognitiva en la vejez, no sólo tienen un menor riesgo de desarrollar deterioro cognitivo sobre aquellos con estilo de vida poco saludable, sino también se retrasa la aparición de la demencia, lo que resulta en más años de salud y menos años de enfermedad. En general, las personas que llevan una vida más saludable pueden esperar vivir más que los individuos con estilos de vida poco saludables, y si llegaran a desarrollar demencia ,viven menos años con la enfermedad.
No olvides cuidar tu salud desde ahora y mantener estilos de vida saludable para envejecer de forma vigorosa.