El estrés es una reacción normal del cuerpo cuando se enfrenta a situaciones que se perciben como demandantes o amenazantes, es necesario para la supervivencia y no todas las experiencias que consideramos estresantes son malas; existen 2 tipos el que estimula la creatividad e iniciativa, nos empuja a enfrentar y resolver problemas y el distrés o estrés negativo que no nos permite enfrentar situaciones que sobrepasa nuestros límites, causa aumento del cortisol generando a largo plazo problemas a nivel emocional, físico e inmunológico.
No podemos ignorar el estrés, hay que simplemente tolerarlo, este estado parte de nuestras vidas y la mayoría de las situaciones que nos causan estrés muchas veces no van a desaparecer, sin embargo, podemos aprender a identificar factores que nos sobrepasan y aprender a combatirlo o reducirlo a niveles más tolerables.
Algunas de las manifestaciones del distrés son: la sensación de enfermarnos más, dolores musculares, dolores de cabeza, estreñimiento, palpitaciones, aumento de la presión arterial, alteraciones en la respiración, problemas sexuales, irritabilidad, acné, trastornos en el ciclo menstrual, trastornos del sueño, depresión, ansiedad, entre otros.
Para combatirlo te recomiendo hacer una lista de situaciones, que identificamos como estresantes, luego tratar de eliminar las que son responsables de tensiones inútiles (que no puedes controlar). También sugiero que hagas ejercicios físicos, alimentación saludable, tiempo de autocuidado, mantener objetivos claros, mantener contacto con la naturaleza y seres queridos.
Debemos aprender que a veces debemos alejarnos de personas, lugares y situaciones que nos provocan presión ya que con el paso del tiempo te darás cuenta de que no se puede complacer a todos, pero si puedes pensar en ti y tu propio bienestar.
Si sientes que las situaciones que provocan distrés te sobrepasan no dudes en buscar ayuda de tu red de apoyo positivo, psicología y psiquiatría.
Dra. Ángela Medina
Especialista en Neuropsiquiatría