Los avances tecnológicos son una herramienta indiscutible de trabajo desde el auge de la Revolución Industrial hasta nuestros días en que por medio de las computadoras y robots se pueden hacer diversas funciones que antes los seres humanos hacían.
No cabe duda que lo que eran historias de ciencia ficción hoy son parte de la realidad por un factor conocido como Inteligencia Artificial (IA), ha creado sistemas que realizan tareas que son parte de la inteligencia humana como: el aprendizaje, razonamiento y percepción.
De esta manera cada máquina puede hacer un análisis del medio que las rodea y hacer ciertas acciones de forma autónoma. La IA es de gran ayuda en la automatización de procesos, toma de decisiones, en el campo de la creatividad y en la reducción de fallos.
Por ejemplo uno de los más comunes es el modelo de lenguaje conocido como Chat GTP, que permite que usuarios manden mensajes de texto para recibir información de forma coherente sobre servicios o productos de empresas o instituciones.
La IA es un aliado desde hace varios años en la medicina, educación, transporte, banca, mercadeo y publicidad.
Para este año según el sitio Digital House la Inteligencia Artificial será capaz de traducir idiomas de forma automática, comprender y responder al lenguaje humano de manera natural y con mayor precisión gracias a una rama conocida como lenguaje natural (PLN), anticipación y abordaje de problemas así como apoyo en la toma de decisiones así como la recopilación y el intercambio de datos gracias a la integración del Internet de las cosas (IoT).
Algunos de los riesgos son: amenaza para la ciberseguridad, desmovilización de fuente de empleo, accidentes como los carros autónomos, la carrera armamentista al haber conflictos y los fake audios o información falsa en crisis políticas.
La Inteligencia Artificial llegó para quedarse solo cuestión de que las autoridades creen leyes para su determinado balance y las empresas como usuarios tengan el control para evitar que ocurra lo de Prometeo o Frankestein.