La educación ha sido su clave para abrirse paso en un mundo que era predominado por hombres, se considera una persona con una mentalidad para lograr objetivos. Conversamos con la doctora Olivia El Achtar, sobre la cirugía oncológica, los cánceres que ha tratado, la cirugía robótica y algunos consejos para evitar el desarrollo del cáncer.
1. Háblenos un poco de su especialidad y en qué consiste?
El cáncer es un problema de salud pública, siendo una enfermedad muy compleja que ha incrementado su incidencia en el mundo convirtiéndose en una causa líder de mortalidad. La Cirugía Oncológica es una subespecialidad que incorpora los avances en Oncología con la práctica quirúrgica para el diagnóstico, estadificación y tratamiento de los pacientes con cáncer, integrando el conocimiento de quimioterapia, terapias biológicas, radioterapia y cuidados paliativos. Es un subespecialidad dual con entrenamiento en Cirugía General y en Oncología, con entendimiento profundo de la biología del cáncer. Hoy en día existen programas de residencia y sociedades de Cirugía Oncológica en casi todos los países del mundo, y durante su formación se incluyen temas que de otra manera no forman parte del currículum de un cirujano general, las cuales se certifican con áreas cognitivas adicionales y distintivas. Es importante que la población general conozca que la subespecialidad en Cirugía Oncológica existe y tiene una función bien definida en el manejo del paciente con cáncer en el cual se busca optimizar los resultados en la atención del paciente.
Realicé mis estudios en Medicina en la Universidad de Panamá, me gradué de especialista en Cirugía General en el Hospital Santo Tomás y como subespecialista en Cirugía Oncológica en el Instituto Oncológico Nacional. El campo de la oncología evoluciona a pasos agigantados por lo que he tomado diversos cursos a nivel nacional e internacional para mantenerme actualizada (Italia, Alemania, Bélgica Austria, Grecia, Suecia, Holanda, Argentina, Brasil y Estados Unidos). La educación médica continua es clave, nunca dejas de estudiar y aprender.
2-¿Por qué escogió esta especialidad?
Desde que tengo uso de razón recuerdo querer ser médico, sin embargo, no tenía preferencia por alguna especialidad. Pasé por cada materia en la facultad de medicina tratando de imaginarme a mí misma viendo las distintas patologías como parte de lo que me dedicaría de por vida. Cuando era estudiante de medicina, mi primera rotación en un hospital fue en el Instituto Oncológico Nacional, esa experiencia me impactó y en ese momento descubrí que me apasionaba conocer todo acerca del cáncer: su origen, cómo se podía diagnosticar y cómo se podía tratar de forma más efectiva. Descubrí el impacto directo que se puede tener en el paciente acercándote a las personas como nadie, observando que obtienes mucho más de lo que aportas tan solo viendo al paciente mejorar o al menos teniendo esperanza de que todo va a estar mejor, esto es un privilegio.
Algunos años después cuando descubrí que la Cirugía Oncológica era la clave para lograr tratar e impactar más el cáncer, integrando los conocimientos científicos y trabajando con tus manos, encontré mi vocación de por vida. Fue en el Instituto Oncológico Nacional donde conocí a los mejores especialistas en Oncología y que el día de hoy tengo el privilegio de llamar colegas y trabajar con ellos.
3- Muchos sectores profesionales han estado dominados por hombres. ¿Cómo ha podido surgir en la cirugía oncológica?
A lo largo del camino como estudiante de Medicina, pude observar que la mitad de mi salón de clases eran mujeres, pero pocas profesoras eran mujeres. Se está abandonando el cliché de que los hombres son médicos y las mujeres son enfermeras. Todos tenemos el potencial para dedicarnos a lo que nos gusta y apasiona, tanto hombres como mujeres, solo debemos desearlo y trabajar duro por ello. La educación ha sido clave para esto, sin embargo, el mundo quirúrgico aún está siendo dominado por hombres.
Durante la residencia entras en un ambiente hostil y estresante, sin embargo, fui educada para tener mentalidad de supervivencia, sabiendo que es necesario hacer sacrificios para poder alcanzar mis objetivos y que todo esto era pasajero.
He tenido varios mentores tanto hombres como mujeres cirujanas durante mi camino, pero también me he topado con piedras en el camino, inclusive antes de realizar mi subespecialidad, tuve colegas varones en altos puestos que me dijeron que no me dedicara a esto, que había otras subespecialidades más fáciles y relajadas. Nunca dejé que esto me amedrentara y este espíritu de resiliencia se lo debo a mi familia. Es increíble cómo en pleno siglo 21 todavía puede existir discriminación inclusive entre profesionales, pero cada vez somos más mujeres y hacemos presión para mejorar el sistema, no hay que dejar de trabajar y hacer presión por lo que es justo. La práctica de la Oncología me ha llenado de muchas satisfacciones tanto personales como profesionales, he encontrado mujeres increíbles y mentores tanto en la Cirugía Oncológica y en la Oncología. Creo firmemente que la única forma de lograr tus sueños es siendo optimista y trabajando duro. Para tratar cáncer tienes que ser optimista, debes saber cuándo puedes hacer más, pero también debes saber cuándo detenerte. La decisión más difícil es cuando decides no operar porque no aportarías beneficio.
Como dato curioso un estudio canadiense publicado recientemente y que fue realizado en poco más de un millón de pacientes encontró que los pacientes tratados por cirujanas mujeres tenían menores tasas de complicaciones postoperatorias.
4-¿En qué consisten sus tratamientos y dónde los realiza?
Me dedico a la Cirugía Oncológica y trato diversos tipos de cáncer de órganos sólidos como el cáncer de mama, cáncer de tiroides, cáncer de cabeza y cuello (boca, nariz, senos paranasales, glándulas salivales, garganta, laringe), cáncer que se origina en el tracto gastrointestinal (esófago, estómago, intestinos, hígado, conductos biliares, vesícula biliar, páncreas, colon, recto y ano), cáncer que se origina en tejidos blandos (sarcomas) y cáncer de piel. También hago cirugías mínimamente invasivas según sea el caso ya sea vía laparoscópica o robótica, a conveniencia del paciente, ofreciendo menos dolor, mayor velocidad de recuperación y de regreso a actividades de la vida diaria, así como menos cicatrices.
Además de la Cirugía Oncológica también hago procedimientos de Cirugía General como cirugía de vesícula por colelitiasis, reparación de hernias, colocación de catéter, biopsias y diversas cirugías de urgencia (colecistectomía, apendicectomía y obstrucciones con mucha frecuencia entre otras).
Mi consultorio principal se encuentra en el Centro Médico Paitilla y San Fernando, además estoy acreditada para operar en los mejores hospitales de la ciudad de Panamá incluyendo Cirugía Robótica en el Hospital Nacional. También hago consultas en el Hospital Santa Fé y The Panama Clinic.
5-¿Cuáles son los tipos de cáncer más frecuentes en sus consultas y qué consejos da para prevenirlos?
Los tipos de cáncer más frecuentes son mama, pulmón, colorrectal, próstata, estómago y piel. La clave en la prevención se encuentra en el estilo de vida:
- Actividad física regular: Es beneficiosa no solamente para la prevención del cáncer, en pacientes que ya tienen un diagnóstico de malignidad se puede mejorar la supervivencia y disminuir el riesgo de recurrencia.
- Evitar el cigarrillo: El tabaco contiene miles de compuestos químicos, de los cuales alrededor de 250 se han comprobado peligrosos para los humanos, incrementado el riesgo de desarrollar cáncer de cavidad oral, garganta, laringe, pulmón, riñón, esófago, vejiga, páncreas, cérvix, hígado, colon y recto, así como en la sangre. No solamente el tabaquismo directo sino el pasivo o de segunda mano.
- Abstinencia o reducción en el consumo de alcohol: El consumo de alcohol en todas sus formas incrementa el riesgo de cáncer de hígado, páncreas, mama, colorrectal y vía aero digestiva superior a través de muchos mecanismos biológicos, no existe una dosis “segura” de alcohol, la evidencia indica que es beneficioso evitar por completo su consumo.
- Dieta saludable: Consumo elevado de frutas, vegetales, legumbres y fibra dietética, así como bajo consumo de carnes rojas procesadas, así como de sal, disminuyen el riesgo de desarrollar cáncer del tracto gastrointestinal y respiratorio. Limitar alimentos con azúcares agregadas y ricos en grasa ya que incrementa el riesgo de obesidad, y la obesidad está relacionada a mayor riesgo de cáncer. No hay evidencia concluyente del papel de suplementos nutricionales como minerales y vitaminas adicionales a la ingesta balanceada de alimentos.
- Protección de los rayos ultravioletas: Evitar la exposición directa al sol, equipos de bronceado y lámparas de luz ultravioleta. Utilizar protector solar y ropa adecuada para protegerse, así como sombreros y gafas de sol.
- Prevención y control de infecciones: Varias infecciones virales y bacterianas incrementan el riesgo de desarrollar cáncer. En su mayoría son transmisibles y prevenibles con medidas adecuadas de higiene, protección al tener relaciones sexuales y vacunación como es el caso del virus del papiloma humano y la hepatitis B.
- Lactancia materna: La lactancia materna exclusiva por un período no menor a 6 meses y luego continuar de forma suplementada por lo menos hasta los dos años, disminuye el riesgo de cáncer de mama, endometrio y ovario; además de otros múltiples beneficios para la mujer como disminuir la obesidad y sobrepeso.
- Patrón de sueño saludable e ininterrumpido: Las alteraciones en el sueño provocan efectos perjudiciales en nuestro ciclo circadiano, incrementado el riesgo de cáncer de colon, próstata, ovario y mama.
5-¿Algo más que agregar?
Es importante que cada persona conozca sus factores de riesgo para así poder hacer cambios en su estilo de vida que puedan impactar este riesgo y así poder realizar estudios de tamizaje dirigidos a un diagnóstico oportuno. No solo se acude a valoración por Cirugía Oncológica cuando sospechas cáncer, también para valorar riesgo, estudios de tamizaje, guía sobre cambios en estilo de vida y además consejería genética.