Al pensar en una fragancia, una de las primeras cosas que nos pasa por la mente es Francia y su icónica torre Eiffel, pues, desde el siglo XV y XVI, ese país ha sido el referente de la industria de los perfumes, sin embargo, hace un par de granos de arena, muchos han puesto la mirada en la región árabe. Te damos algunos detalles de esta nueva tendencia.
Las fragancias de las milenarias tierras donde surgieron Las Mil y una Noches, se caracterizan por la sensualidad, exotismo y profundo aroma, según un artículo escrito por la especialista Maria Villar en el sitio Instyle.es.
La página web también destaca que otro rasgo que le dan ese toque especial son las especias, resinas, maderas exóticas y aceites especiales para darle ese toque misterioso, que seguramente te puede atrapar y cautivar.
Entre los aromas que encontramos en los perfumes árabes están:
Oud: Se trata de un olor amaderado que viene de la resina de un árbol de agar.
Rosa de Damasco: Este es propio de Persia y de ahí va a Siria. Florece una vez al año y es recolectada de forma artesanal
Azafrán: Es cultivado en Irán tanto en Marruecos y suele ser una de las especies más costosas.
Sándalo: Se trata de la madera de un árbol llamado santalum, que es común en muchos puntos de Asia. A pesar de que se cree que tiene una existencia desde hace más de 4,000 años se usa en la perfumería desde el siglo pasado.
Hace poco el Shumukh, que refleja el espíritu de Dubái entró en el libro de Guinness World Records, por ser considerado el perfume más caro del mundo con un valor de US$1,1 millones, que se caracteriza por un botella con diamantes.
Entre otras marcas que no han pasado desapercibidas están: Dar Al Hae New de Ard Al Zaafaran, Sabaar Wahah Series de Ayat, Amaali de Swiss Arabian, Club De Nuit Woman de Armaf.
Siempre habrá nuevas apariciones que demuestran que el ingenio humano no es exclusividad de un solo punto geográfico.