Así como ver el sol cada mañana, se ha hecho común ver aquel cambio de apariencia física llamada cirugía estética, que muchas damas hacen para sentirse un poco mejor, mantener la autoestima y reforzar su confianza.  Te detallamos qué es, cosas a tener presente y cuáles son las más comunes.

Este procedimiento, que se hace en muchas partes del mundo, busca mejorar diversas partes del cuerpo por considerarlas antiestéticas o mejorables.

Sus cambios pueden causar ese efecto permanente similar a la de aquel recuerdo,  que ni el borrador mágico quita, por eso es relevante que antes de que lo decidas consultes todas tus dudas a un cirujano debidamente calificado o incluso un profesional de la salud mental.

Algunos de los requisitos que tienen las candidatas aptas para esta cirugía, según el sitio mayoclinic.org son:

Expectativas realistas de hasta donde se puede llegar

Comprenden los riesgos médicos de cómo puede afectar en lo personal o profesional

Tener enfermedades bajo control

Dejar de fumar, controlar los productos de nicotina y gomas de mascar por cuatro a seis semanas antes y después de la cirugía.

Para algunos procedimientos tener un peso estable durante seis meses a un año.

¿Cuáles son las más comunes?

El aumento del pecho: Mejoran el tamaño de la mama y elevan la caída efecto de los años y la maternidad.

Liposucción: Esta busca desaparecer el exceso de grasa en algunos puntos del abdomen, caderas, muslos y espalda.

Blefaroplastia o cirugía de los párpados:  Permite tener un efecto de rejuvenecimiento de la parte superior del rostro  para tener una mirada que regrese de cierta manera a los años mozos.

Rinoplastía: Ayuda  en los casos que la persona no puede respirar correctamente sin importar la estructura ósea por la desviación de tejidos blandos -luego de un golpe- . Lo que hay que tomar en cuenta en esta operación es si la nariz puede funcionar y si la respiración puede ser la adecuada.

Otoplastia o cirugía de orejas: Es común en hombres y mujeres, puede ser común desde los 6 años. Su propósito es corregir  alguna malformación.

La cirugía del aumento de los pechos es la más común en las damas, mientras que en los caballeros la liposucción es la más frecuente.

Decidir por unos de estos procedimientos no es una mala idea, pero, la clave está en que te apegues a lo científico y que no  lo hagas por vanidad.