Los miomas uterinos son tumores benignos ricos en matriz extracelular y que derivan de los miocitos, que se encuentran presentes en el miometrio. Son muy comunes. De hecho, más de la mitad de las mujeres presentan miomas uterinos, aunque en la gran mayoría de los casos no dan síntomas.
Estos miomas se originan a partir de las células de músculo liso que se encuentran en la pared del útero. En la mayoría de los casos suelen ser múltiples, pero también pueden presentarse de forma única.
Se ha aceptado la posibilidad de que tengan un origen monoclonal, es decir, que procedan de un único miocito. Éste sufre una mutación que favorece su proliferación, pero se desconoce si, únicamente por esta alteración, pueden generarse los miomas.
Los miomas uterinos son frecuentes en mujeres mayores de 20 años aumentando su prevalencia con la edad pero sus causas exactas aún son desconocidas para los especialistas.
Pueden ser de dimensiones muy diferentes, microscópicos o de un tamaño mayor que ocupe todo el útero y, dentro de las posibles causas que dan lugar a su formación, se encuentran las hormonas. Por regla general miomas sintomáticas o mayores de 5cm deben ser operados o tratados con los diferentes métodos terapéuticos que existen ya sean médicos o quirúrgicos.
Dentro del factor hormonal, existe una relación directa con la progesterona, como hormona que ayuda al crecimiento de los miomas. Esto se produce porque el tejido miomatoso es hipersensible a estas hormonas, por lo tanto, este tejido responde a la progesterona sintetizando factores de crecimiento.
Los síntomas más importantes son sangrados menstruales abundantes, incluso fuera de la menstruación, el dolor pélvico, sensación de presión en el estómago, micción frecuente y estreñimiento con manifestaciones de compresión son los síntomas más frecuentes, aunque gran parte de las pacientes pueden no saber que tienen miomas, y es por eso que deben acudir a un médico ginecólogo para su pronta evaluación.
No existen pautas claras a la hora de prevenir esta afección, aunque se ha detectado que son menos frecuentes en mujeres que llevan una dieta saludable baja en grasas, como la dieta mediterránea, o que realizan ejercicio con regularidad.
Dentro de esta dieta, se deben reducir al máximo las grasas saturadas y los azúcares, y, por consiguiente, resulta beneficioso sustituir estos componentes por otros como la vitamina E y la vitamina C.
También se recomienda a las pacientes que se realicen revisiones periódicas para detectar la existencia de miomas de forma precoz u observar su desarrollo en el caso de que surjan. Tal como lo escribí en uno de los artículos previos la posibilidad de tener que realizar una cirugía electiva o de urgencia que se llama histerectomía es uno de los tratamientos más eficaces tomando en cuenta ya no quieras tener más hijos, pero existe otros procedimientos y tratamientos médicos que dependerán de donde se encuentra localizado los miomas en el útero.
Esta información te la dejo, ya que es muy valiosa a la hora de que te digan que tienes miomas, conocer te empodera y te permite tomar decisiones adecuadas ante los síntomas y molestias que estos pueden presentar.
Alberto Jose de Abate Julio
Ginecólogo Obstetra Histeroscopia Laparoscopia.