El país con forma de bota es un punto diverso por todo su imperial pasado, atractivos industriales y costeros.

Acompáñanos a dar un paseo por tres ciudades de esta monumental tierra.

Roma:

La Ciudad Eterna como también es conocida representará un encuentro por los reductos de un colosal imperio que dominó el Mediterráneo. No dejes de visitar el foro, el Coliseo Romano, el panteón de Agripa, el arco de Constantino, el castillo Sant’Angelo.

Se dice que la capital italiana es la ciudad de dos Estados debido a que está El Vaticano, el principal centro para el mundo católico. Entre los lugares que debes recorrer de este mini estado se encuentran: la Capilla Sixtina, los museos vaticanos en que los amantes del arte tendrán una conexión con la época renacentista en que la brillaron artistas como Rafael, Bernini, Boticelli y Miguel Ángel.

Sin duda alguna la Plaza de San Pedro es el otro punto indiscutible para que puedas ver al sumo pontífice al momento de la bendición.

Si quieres saber el punto exacto donde reposan los restos del apóstol San Pedro, visita la Necrópolis Vaticana.

Los espacios verdes también forman parte de este recorrido por lo que no dejes de conocer los Jardines Vaticanos con sus senderos para que experimentes que hay armonía entre el manta religioso, el artístico con estilo paisajístico renacentista.

Millán:

La urbe situada en el norte que es el segundo punto más poblado de Italia es también su centro económico y financiero.

Este espacio geográfico representa la conexión con el mundo automotriz, arte y diseño.

Para los que les agrada la opera el plan es la visita a La Scala de Milán en la que las grandes estrellas de este arte se han presentado.

Durante tus días la mayor área metropolitana de Italia, que está entre los Alpes y Apeninos,  llégate al Duomo di Milano en el epicentro de la vida cultural y de ahí puedes ir a la Galería Victor Manuel II, que están a pocos pasos.

Para tener un encuentro con el siempre vigente Leonardo Da Vinci, el lugar indicado es la basílica de Sant’Ambrogio para veas la Última Cena, una de sus obras más conocidas

Si lo que estás es en busca de adrenalina y te hace clic la velocidad, disfruta de una carrera de Fórmula 1 en el Autódromo Nacional de Monza  en la que han competido Michael Schumacher, Lewis Hamilton y Mika Hakkinen entre otros.

Nápoles:

Luego de tanta historia y velocidad nos damos un baño en las costas del mar Mediterráneo en Nápoles, declarada Patrimonio de la Humanidad.

En este sitio que es la meca de la pizza y que muchos recuerdan por sus vinos, tiene una variedad de destinos como la plaza del Plebiscito, que se edificó a principios del siglo XIX y que en sus alrededores hay diversos bares, restaurantes y cafés.

Si te reconfortan las compras camina por la Vía Toledo, calle de gran ebullición comercial en la que encontrarás diversos precios en sus ropas que van desde las más accesibles hasta las que están creadas por diseñadores de alta gama.

Otro punto que no puedes dejar de ir es al barrio de Spaccanapoli en el centro histórico de Nápoles para que des vueltas por sus estrechas calles y disfrutes en sus bares, restaurantes y viejos edificios.

En Pompeya te encontraras otra vez con el pasado y serás testigo de las consecuencias de la erupción del Monte Vesubio en el 79 d. de C entre la que está la petrificación de los cuerpos que se encuentran en su Museo Antropológico.

Para los seguidores del fútbol será otra escala inolvidable ir a ver un juego en el estadio Diego Armando Maradona o San Paolo donde juega el Napoli de la Serie A y ha sido sede de las copas mundiales 1934 y 1990 al igual que el de la Europa 1980.

No podemos obviar sus balnearios como la Vía Posillipo en que mientras disfrutas de sus olas y arena podrás ver el Vesubio. Como parte de esta dimensión de Neptuno está el paseo marítimo Mergellina en la que las rocas son las protagonistas, mientras en las profundidades del mar de la ciudad de Baia,  hay barcos, estatuas y  mosaicos de la que fue una de las rutas marítimas más importantes del Imperio Romano

Italia representa un completo viaje por todo su pasado y presente, lo que hace que tenga esa vigencia para visualizar el futuro y pasar magnos días.