El problema de la falta del agua es una realidad en muchos de nuestros países latinoamericanos.

Entre estas naciones está Paraguay que ha tenido problemas con sus recursos hídricos por la siempre perversa tala, la introducción de pesticidas y los desechos domésticos e industriales.

Sin embargo recientemente gracias al sistema de bombeo eléctrico, la gran cobertura la presa Itaipú y a un programa eficiente en las últimas dos décadas Paraguay ha sido un éxito indiscutible de la solución al problema en comparación a otras naciones.

Sobre este problema la Organización de las Naciones Unidas (ONU),  destaca que un cuarto de la humanidad no tiene acceso a una fuente segura del vital líquido.

No olvidemos que Panamá a pesar de tener unas de las mejores aguas del mundo en los últimos años se ha presentado el problema de la falta de agua en muchos puntos de alta población.

También hay países como Haití, Honduras, Nicaragua, El Salvador con una calidad del agua no adecuada para el consumo de acuerdo con una nota de la DW.

Volvamos a tierras paraguayas que se ha caracterizado por repartir el agua de forma equitativa entre las distintas clases sociales.

La BBC de Londres destaca que lo resaltado por la ONG Water Aid que el país suramericano logró uno de los mejores aumentos de la distribución del agua en las zonas rurales.

Pero, ¿Cómo la nación guaraní lo la hace?

Una de las claves es el Servicio Nacional de Saneamiento Ambiental de Paraguay (Senasa), que es un modelo comunitario que se encargó en descentralizar el manejo del agua logrando establecer una Junta de Saneamiento.

Esto no es más que “organizaciones comunitarias integradas por vecinos”, comenta Sara López, la mayor figura del acceso de agua en la tierra del escritor Augusto Roa Bastos.

¿De qué forma obtienen el H20?

López explica que se perfora un pozo de 150 metros para que bombee el agua por gravedad.

La titular también destaca que en los años 90 había una cobertura del 50%, pero gracias al modelo actual se logró incrementar la cobertura en toda la república.

Unas de las claves es el apoyo gubernamental que gestiona el 82% de las obras y el resto es responsabilidad de las comunidades.

Una de las fortalezas que ha dado la naturaleza es que en la parte oriental del Paraguay, donde está un 97% de la población hay agua subterránea,  que hace posible que esta pueda fluir a las comunidades. Sin embargo la brecha que falta por cubrir es el tan conocido Chaco paraguayo en el que residen 200.000 personas, y que según el citado reporte, el agua subterránea es salada.