El médico que nunca pensó serlo y que le gusta realizar actividad fìsica, tener un libro a la mano, nos habla sobre la salud digestiva, la neurogastroenterología, que cada día gana terreno, y de su lado humano.
Se ha dedicado a la salud digestiva en general. ¿Qué nos puede decir sobre este tema?
La salud digestiva representa el adecuado funcionamiento del sistema gastrointestinal, que abarca desde el proceso en los cuales los alimentos son deglutidos, se digieren, transitan en el aparato gastrointestinal, interaccionan con los microorganismos comensales que habitan en este espacio (microbiota) hasta llegar a una adecuada expulsión de los desechos. Es un concepto tan cotidiano y automático que sólo somos conscientes de él cuando tenemos algún malestar gastrointestinal.
En su práctica médica, ¿Cuáles son los motivos de consulta más frecuentes?
Es una pregunta interesante pues a través de mis casi 6 años como sub especialista en gastroenterología y endoscopía digestiva he podido atender a muchos pacientes con síntomas de “gastritis”, reflujo gastroesofágico e infecciones gastrointestinales agudas. Muchas de estas consultas están relacionadas a malos estilos de vida que llevamos: comer a deshoras, una alta ingesta de azúcares añadidos, alta ingesta de grasas saturadas, pobre orientación sobre como distribuir las porciones de los nutrientes en las veinticuatro horas del día, mal manejo de las emociones o pobre identificación de las mismas, entre otras variables que también inciden en los síntomas digestivos.
En su consulta del día a día: ¿Hay alguna enfermedad que más le llame la atención en cuanto al aumento de los pacientes que la padecen?
Definitivamente las enfermedades hepáticas y las enfermedades inflamatorias intestinales. Sobre todo en mi práctica como médico de atención pública hay un aumento en los casos de cirrosis hepática asociada a otros padecimientos (hígado graso, diabetes, trastornos del colesterol entre otras dolencias) y pacientes con colitis ulcerativa y enfermedad de Crohn. Y por su impacto que tienen en los pacientes (bio-psico-socialmente) son las que más me retan como médico gastroenterólogo.
Podría explicarnos brevemente qué es la Neurogastroenterología
Es una parte de la Gastroenterología enfocada en el estudio de todos los trastornos digestivos que tienen su fisiopatología en extrema relación con el sistema nervioso. Entre algunos ejemplos de estos padecimientos tenemos a los trastornos funcionales digestivos como la dispepsia funcional (el paciente la percibe como una gastritis pero se hacen estudios extensos sin identificar una causa), el síndrome de intestino irritable (el cual produce mucho dolor abdominal con cambios en la forma y frecuencia de las heces), el estreñimiento y demás patologías que entran en esta rama de la gastroenterología. Es decir, que esta rama estudia muy a fondo la relación del eje intestino-cerebro.
Nuestro entrevistado se refiere a lo que considera lo primordial que debe tener todo tratamiento médico para evitar situaciones de mayores consecuencias.
“Toda atención médica debe incluir un interrogatorio básico de antecedentes médicos. Pero olvidamos mucho conocer las profesiones de los pacientes, lugares de residencia, horas de trabajo a la semana, hábitos alimentarios, horas de actividad física a la semana, tiempos de descanso o pasatiempos y si tienen una adecuada calidad de sueño. No siempre por motivos de tiempo haremos a profundidad estas preguntas en un consultorio en la primera cita; sin embargo, estos parámetros de estilos de vida inciden en consecuencias en un futuro de corto a largo plazo: aumento de infartos al miocardio por falta de actividad física, aumento de accidentes cerebrovasculares por mal manejo de hipertensión arterial o aumento del riesgo de enfermedad renal crónica por un mal manejo de la diabetes. Si hacemos intervenciones de este tipo, a largo plazo podremos disminuir los costos en salud”, agrega.
Es muy importante la actividad física en la prevención y tratamiento de las enfermedades. ¿Qué nos puede decir al respecto?
La mayoría de mis pacientes luego de la atención se van con algún mensaje: “hay que hacer actividad física” o “si no puedes bajar de peso al menos no subas más” o “te voy a referir con el nutricionista”. Cuando terminé mis estudios de sub especialidad logré obtener mi doctorado con mucho sacrificio, pero me encontraba en sobrepeso e hígado graso. Y en el transcurso de mi práctica decidí yo mismo cambiar mis hábitos de alimentación y “tratar” de predicar con el ejemplo. Las recomendaciones internacionales indican que se debe hacer 150 minutos de actividad física a la semana en promedio. Hacer actividad física puede ser desde barrer dos veces la casa al día, subir y bajar un escalón de forma continua por 2 minutos seguidos o hasta caminar, bailar zumba, nadar o ir al gimnasio. Esto va a depender de los gustos de los pacientes, capacidad cardiorrespiratoria, etc. Es decir, que según el caso me debo asesorar con un ortopeda, terapista rehabilitador, fisioterapeuta, entrenador físico o cardiólogo según lo que detecte en mi paciente. Pero todos, absolutamente todos podemos hacer una actividad física adaptada a nuestra condición.
Podría hablarnos sobre su formación académica
Me gradué de Bachiller en Ciencias en el Colegio Parroquial San Judas Tadeo. Posteriormente ingresé a la escuela de medicina de la Universidad de Panamá en donde obtuve mi título universitario de Doctor en Medicina. Realizo mi primer año de internado en el Hospital Santo Tomás y el segundo año en Yaviza, provincia de Darién. Realicé mi residencia de Medicina Interna en el Hospital Santo Tomás y posteriormente realicé mi sub-especialidad de Gastroenterología y Endoscopía Digestiva en la Caja de Seguro Social, obteniendo mi doctorado. Fueron 14 años de estudio y dedicación que han valido la pena y agradezco a Dios y a mis padres por ello.
¿Siempre quiso ser médico?
Nunca pensé ser médico. Lo decidí en sexto año del bachillerato en ciencias. Mi madre fue secretaria y mi padre trabajó en un banco toda su vida. No hay médicos en mi núcleo familiar.
¿Y por qué decidió estudiar medicina?
Crecí muy cercano con mis abuelos paternos. Mi abuelo era hijo de italianos y mi abuela nicaragüense. Me tocó apoyarlos en sus enfermedades, sobretodo a mi abuelo. Y por allí fue creciendo el interés por conocer el funcionamiento de la maravilla del cuerpo humano. A pesar que hubo personas que me dijeron que sería difícil ingresar a la escuela de Medicina, aquí estoy haciendo lo que amo.
El doctor Juan De Lucas durante su faceta como internista tuvo un momento de iluminación que determinó lo que mejor sabe hacer.
“Amo la gastroenterología. Durante mi formación como internista descubrí que me gusta mucho el enfoque clínico e intervencionista que ofrece esta rama de la medicina la cual me parece genial. A través del equipo endoscópico que utilizo día a día puedo realizar el control de hemorragias digestivas, detectar en el colon lesiones precancerosas y realizar intervenciones en las vías biliares. Y falta mucho por seguir aprendiendo a medida que este campo de la medicina avanza”.
Como muchas personas el galeno tiene sus momentos de desconexión en que pone en práctica ese dicho que dice, “mente sana en cuerpo sano”.
“Hace 6 años comencé a realizar actividad física en el gimnasio. Es la actividad que más disfruto. También me gusta la lectura. Mi padre siempre ha sido un hombre que tiene un libro en la mano. Ese hábito se lo debo a él. Uno de los primeros libros que leí fue “Cementerio de animales” de Stephen King y es por ello que me gusta mucho el género de terror y ciencia ficción. Me gusta mucho la narrativa antigua de Edgar Allan Poe y estoy comenzado a leer los relatos del maestro del horror cósmico: Howard Phillips Lovecraft. También me gustan los relatos de terror de autores nacionales como: Miguel Esteban González, Diana Hernández, Olivier Romero Caravante entre otros autores”, señaló el profesional de la salud sobre sus momentos de ocio.
Le gusta hacer ejercicio pero, ¿Cómo distribuye su agenda profesional y sus entrenamientos?
Con el tiempo he tenido que ir adaptándome a los cambios de la agenda que llevo como médico de atención pública y a nivel particular. Siempre cargo mi maleta de entrenamiento en el auto y trato de sacarle provecho al tiempo. Mi familia entiende mucho sobre esto, sobretodo mi esposa Angie que nota mi estado de ánimo cuando tengo al menos tres días sin entrenar. También distribuir el tiempo ha significado tener que dejar algunos compromisos u ofertas de trabajo siempre agradeciendo a los que me apoyaron en mi crecimiento profesional. Además deseo ejercer una paternidad participativa y eso conlleva estar allí siempre presente para tus hijos. Debe haber siempre un balance en la vida.
¿Algo más que agregar?
La vida es muy corta para no atreverse a tomar decisiones. Si sientes que algo te impulsa a ser mejor persona, pues no lo dudes y ve por ello.
También deseo dedicar esta entrevista a todos aquellos hombres que nos inculcaron que el esfuerzo tiene su recompensa, que sacrificaron mucho por darnos lo mejor y que creyeron siempre en nuestras metas. Gracias por estar allí.
¡FELIZ DÍA DEL PADRE!
¡Feliz día papá!