En el corazón de la moda panameña, la creatividad y la pasión son pilares fundamentales. Para Francisco Antonio Ballesteros Concepción, el arte del diseño no es solo una profesión, sino una historia tejida con hilos de dedicación, aprendizaje y amor por la elegancia.

Nacido en la Ciudad de Panamá hace 58 años, Francisco es el menor de seis hermanos. Su legado familiar combina la esencia de dos provincias icónicas: su padre, oriundo de la tierra santeña, y su madre, chiricana de nacimiento. Fue precisamente su madre quien, con su habilidad para la costura, despertó en él la fascinación por la moda desde niño. Observarla confeccionar prendas le enseñó que la belleza y la sofisticación requieren esfuerzo, conocimiento y una visión artística innata.
De la Gráfica a la Alta Costura
Francisco decidió formalizar su talento estudiando Diseño Gráfico en la Universidad de Panamá. Sin embargo, su verdadera pasión siempre estuvo en el diseño textil. Comprender las telas, las medidas, las costuras y los estilos fue un proceso de aprendizaje que lo llevó a desarrollar una visión única en la creación de piezas que no solo visten, sino que cuentan una historia.
Uno de los momentos más memorables en su trayectoria fue su primera creación: un vestido dorado de lentejuelas. Esta prenda marcó un antes y un después en su carrera, representando el inicio de un camino lleno de desafíos, pero también de grandes satisfacciones. La emoción de ver una idea materializarse en una pieza de moda lo impulsó a seguir adelante, perfeccionando su técnica y fortaleciendo su identidad como diseñador.
El Arte de Perseverar en la Moda

El mundo textil es exigente y, muchas veces, desafiante. Francisco ha aprendido que la moda es un reflejo de la evolución y las tendencias, pero también de la perseverancia. A lo largo de los años, ha enfrentado críticas y retos, comprendiendo que cada comentario y experiencia forman parte del crecimiento profesional. “Saber aceptar críticas no es fácil, pero cuán importantes son para nuestro crecimiento”, expresa con convicción.
Para él, la calidad no es cuestión de suerte ni de improvisación. Es el resultado de un trabajo constante, de esfuerzo y de un compromiso inquebrantable con la excelencia. Esta enseñanza, transmitida por su madre, se ha convertido en el principio rector de su carrera. En cada diseño que crea, Francisco Ballesteros busca plasmar arte, creatividad y buen gusto, valores que solo la experiencia puede consolidar.
Hoy, con una trayectoria marcada por el aprendizaje y la pasión, Francisco sigue apostando por la moda como un medio de expresión y transformación. Su historia es un testimonio de que, cuando el talento se une con la perseverancia, se pueden alcanzar los sueños y dejar huella en el mundo de la moda.
[03/25/25, 3:08:35 p. m.] Ansel: Listo el artículo